Audrey Hepburn ha pasado a la historia del cine como una de las grandes divas de Hollywood de belleza eterna y rasgos perfectos. Sin embargo, el ser humano es muy complejo e incluso las divas son tan mortales como el resto.
Audrey Hepburn era una mujer acomplejada por su extrema delgadez, sus pies grandes y su nariz. Se miraba en el espejo con un espíritu muy crítico y no comprendía cómo podía ser un modelo de belleza para el resto de las mujeres.
Luca Dotti cuenta cómo era su madre
Luca Dotti es coautor del libro Audrey in Rome que saldrá a la venta el próximo 16 de abril con motivo del veinte aniversario de la muerte de la actriz que falleció a los 63 años de edad como consecuencia del cáncer.
Luca Dotti recuerda a su madre como una mujer llena de inseguridades. Pero en cambio, llevaba muy bien envejecer y cumplir años, de hecho, era contraria a la cirugía estética a la que se sometieron tantas compañeras de profesión en su afán por tener rostros perfectos.
Este libro que rinde un merecido homenaje a Audrey Hepburn muestra la etapa en que la actriz vivió en Roma. Una ciudad en la que la artista era una más, caminaba por las calles con total naturalidad y se relacionaba con la gente con una gran proximidad.
Luca Dotti explica que si su madre hubiera vivido más tiempo hubiese disfrutado mucho por conocer a sus nietos y hubiese cuidado de ellos como una abuela más. Está claro que el testimonio de Luca Dotti es bonito porque habla de Audrey Hepburn como solo puede hablar un hijo de quien más allá de ser actriz era una mujer común con una vida familiar normal.
La belleza eterna de Audrey Hepburn
Audrey Hepburn sigue siendo un referente de belleza clásica en nuestros días, sin embargo, el testimonio de su hijo muestra cómo una persona puede tener debilidades internas a pesar de tenerlo aparentemente todo y de contar con la admiración del público.
El testimonio de Luca Dotti, humaniza todavía más a la estrella.
Fuente: Diario Las Américas
Foto: Desayuno con Diamantes
