La firma alemana Mercedes presento la sexta entrega de sus famosos modelos Clase G, versión que apenas presenta cambios significativos en su exterior, donde las formas cuadradas ya forman parte de un ADN específico, que apenas admite comparación en modelos tan carismáticos como el Land Rover Defender y el Jeep Wrangler.
En la sección de novedades encontraremos un interior menos austero que antes, con calidades claramente mejoradas, especialmente en salpicadero y consola, y por primera vez la incorporación a la gama de dos versiones deportivas firmadas por “AMG”, un V8 de 544 cv y un V12 de 612 cv.
Estos nuevos modelos vendran en dos version: la larga asociada siempre a la carrocería cerrada de cinco puertas, y la corta exclusiva para la versión Cabriolet –con techo de lona- de tres puertas: la primera mide de largo 4,66 metros y la segunda, 4,25 m.
Como siempre se mantienen los ajustes mecánicos que le posicionan como un “off road” de verdad, lejos de los nuevos y digitalizados 4×4 de carretera (tipo VW Touareg, Porsche Cayenne o BMW X5, entre otros): la reductora, los tres diferenciales con autoblocantes mecánicos, largueros y travesaños, suspensiones de eje rígido y evidentemente la tracción a las cuatro ruedas.
Habrá cuatro opciones mecánicas, una de motor diésel y tres de gasolina, dos de ellas AMG. Su precio va desde 85 mil hasta los 260 mil euros, destacando que el sistema ECO de parada y arranque automáticos del motor en algunas variantes, ocasionan que los consumos medios homologados esten situados en la gama de los 11,2 y 17 l cada 100 km.
