Los australianos tienen a su propio héroe cuando hablamos del mundo de las competiciones de motos.
Si surge un nombre, este será sin duda ninguna el de Michael Doohan, que con sus cinco títulos consecutivos en la máxima categoría del motociclismo es considerado uno de los mejoras pilotos de toda la historia. Tan solo Giacomo Agostini y Valentino Rossi tienen más títulos conseguidos de manera consecutiva que él.
Y es que desde muy pequeño se vio que Mick llevaba la velocidad en la sangre. Tan solo con nueve años tuvo sus primeros contactos con el que después sería su mundo: el motociclismo. Con unos 20 años ya era una figura importante en los campeonatos de superbikes, por lo que Honda se fijó en él y lo fichó para su equipo oficial, equipo con el que compitió siempre en la máxima categoría, 500 c.c., y que no dejó nunca hasta que se retiró.
Lamentablemente, no todo fueron triunfos y buenas noticias para este mítico piloto, pues en 1992, año en el que parecía que conseguiría su primer campeonato, un grave accidente estuvo a punto de bajarle para siempre de la motocicleta, pues una operación y algunos problemas posteriores estuvieron a punto de dejarle sin una pierna. Pero con una gran fuerza de voluntad, y en ese mismo año, volvió a subirse a la moto y estuvo a punto de conseguir lo que al comienzo de la temporada parecía un hecho: ganar su primer mundial.
No pudo ser, pero tan solo dos años después comenzó lo que se ha venido a llamar la «era Doohan”, a la que nos hemos referido antes cuando comentamos que ganó cinco títulos consecutivos del mundial de motos en su máxima categoría. Lamentablemente, un nuevo accidente que le rompió la pierna de nuevo aceleró su retirada de los circuitos, pero todavía hoy sigue siendo uno de los grandes pilotos de la historia.
