No hay duda de que nuestro mundo es cada vez más estresante:
- no hay tiempo para nada,
- sales a la calle y solo te encuentras con contaminación y congestiones vehiculares,
- vas al trabajo o universidad y tienes mil cosas por hacer,
- llegas a casa y debes resolver tus asuntos personales,
- la tecnología nos absorbe de una forma alarmante
- y llega un momento donde, por la falta de espacios para sí mismos, terminamos por estallar sin más en decenas de padecimientos tanto físicos como mentales, y lo peor es que cuando quieres mejorarlo te encuentras con algo peor: no hay dinero para ir con especialistas.
Eso sucedía hasta hoy.
No siempre se trata de un asunto psicológico
No desestimamos bajo ninguna circunstancia el trabajo arduo de los especialistas por mantener cuerdo al mundo, de hecho es muy recomendable que siempre que sientas que no tienes las capacidades mentales suficientes para afrontar determinadas situaciones, recurras a ellos. El punto es que hay ocasiones en las que, tras analizarte, solo requieres de descanso, y ello se puede lograr con algo simple: el silencio.
La ciencia de esta en paz
Si eres de los que todavía no cree en esas frases de “5 minutos al día te ayudarán a ser mejor”, sería bueno que te enterarás de esto: resulta que hace un tiempo, en la revista Stroke, se realizó un curioso “experimento” para saber la reacción de pacientes con cúmulos de colesterol. Primeramente se distribuyeron 2 grupos, uno de ellos comenzó a practicar la meditación, mientras que los demás, siguieron con su rutina diaria.
El resultado fue el siguiente: se determinó que quienes habían meditado, redujeron en un 11% el riesgo de un ataque cardiaco, y en un 15% las probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular, comparados con quienes no lo hicieron, y ello solo con el silencio.
Su importancia: Si ello puede hacer la tranquilidad, imagínate que otros beneficios puede traer:
- Tener 15 minutos de silencio al día, te puede ayudar a descansar más que dormir.
- Estimula el sistema inmunológico.
- Te brinda sosiego interior, ayudándote a enfrentar más fácilmente las dificultades diarias.
- Aumenta la concentración y la capacidad cognitiva.
- Te hace ver y sentir más joven.
- Reduce el estrés, disminuyendo los niveles de cortisol en sangre y la adrenalina.
- Permite una buena regulación de todos los sistemas de tu cuerpo, relacionados con la actividad hormonal.
- Ayuda, como lo viste en el estudio anterior, a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, y disminuye la probabilidad de un accidente cerebrovascular.
- Reduce el dolor, en caso de que padezcas de algo.
¿Cómo hacerlo?
Para lograr excelentes resultados, es esencial que planees una estrategia, teniendo en cuenta, entre otras cosas, el tiempo, el lugar y una serie de factores que te recordamos a continuación.
- Desde el primer momento en que abres los ojos: No importa si cae una tormenta afuera o si el sol se eleva, lo importante es que te tomes 10 minutos antes de comenzar tu día, para cruzar tus piernas en forma de loto, respirar pausadamente y dejar de un lado los problemas a los que puedas enfrentarte.
- Escoge tu lugar: Ante todo debes estar concentrado, así que elige un sitio de tu hogar donde nadie te moleste; recuéstate cómodamente hasta estar tranquilo y revisa tu respiración, si se te hace complicado, solo reproduce una canción que te guste, preferiblemente sosegada (de meditación).
- O explora: Tal vez tu casa no sea un buen sitio, por el ambiente, la algarabía o cualquier otro asunto, entonces sal a la calle o transita por un sendero ecológico seguro donde puedas reposar esos 10 o 15 minutos que quieras dedicarte. A veces se encuentran paraísos dentro de tu ciudad que no has conocido.
- Ve en bicicleta: Una original forma de estar en silencio, es tomar tu bicicleta y rodar por el campo, sin auriculares, sin música, solo surtiéndote de los sonidos de tu alrededor.
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¿Cómo ayuda a la reducción del estrés?
Los músculos comúnmente se tensionan cuando debes responder a muchos asuntos que te causan un tipo de temor en particular, por ejemplo cuando crees que vas a llegar tarde al trabajo por el tráfico, comienzas a angustiarte, los impulsos nerviosos llegan rápidamente y la adrenalina aumenta, creándote dolores en el cuerpo y haciéndote perder la calma.
Lo que hace el silencio es darte bases para disminuir esa carga de tu sistema y volverte más sereno para solucionar los problemas a los que puedas enfrentarte y que no dan espera. No es que te vuelvas un líder tibetano, peor al menos podrás conseguir sopesar la rigidez.
