Las bicicletas muestran cada vez más ventajas tanto para aquellos que sin tener una gran forma física quieren iniciarse en el mundo del ciclismo como para aquellos que quieren llevar sus entrenamientos más allá y alcanzar nuevos records o conquistar rutas que no podrían llevar a cabo sin una ayuda extra.
Quienes no tienen bicicleta suelen optar por comprar directamente una bici eléctrica, pero aquellos que ya tienen una de gran calidad pueden optar por incorporarle un motor que incluso pueden poner y retirar a voluntad según el tipo de entrenamiento que estén realizando en ese momento.
Convertir tu Bicicleta en «Eléctrica»
Hay muchos kits y muy diversos:
- kits de fricción, su gran ventaja y por lo que son tan buscados es por su fácil y rápida instalacción y aún más fácil y más rápido su posterior recogida cuando no deseemos llevarlo incorporado en nuestra bicicleta convencional. Su desventaja es su bajo funcionamiento ya que en la mayoría de los casos y sobre todo con un motor potente, la fricción no suele ser suficiente para transmitir toda la fuerza generada que genera un motor eléctrico.
- Kits con motor en la rueda o motores Hub (motor en el eje), tienen el inconveniente que hay que radiar y central la rueda donde queramos ubicar el motor eléctrico y solo los profesionales del ciclismo suelen saber hacerlo correctamente. Su ventaja es su gran funcionamiento y su relativamente bajo coste.
- Kits con motor central ubicado en el eje central del pedalier, donde reparten muy bien el peso y bajan el centro de gravedad del conjunto al situarse en una posición tan baja, también los kits buenos incluyen acelerador, controlador, display digital de 9 velocidades, cableado y manetas de freno con desconexión automática del motor. Su desventaja es su alto precio.
¿Cómo aceleran las bicis eléctricas?
Al crear una bicicleta eléctrica partiendo de una ya existente una de las dudas que a menudo se tienen es determinar cómo se va a acelerar la bicicleta. Lo más habitual son los ciclos con asistencia al pedaleo, es decir, aquellos vehículos que al pedalear ponen en marcha el motor y la ayuda necesaria.
La asistencia al pedaleo normalmente puede regularse, contando con varios niveles que harán que esta ayuda entre a partir de determinados niveles de esfuerzo. Es un modo muy intuitivo de acelerar, ya que tan solo debemos de pedalear más o menos.
Si quieres realizar un entrenamiento duro, puedes programar un nivel de asistencia bajo que solo entrará en casos de más esfuerzo, permitiendo que el resto del tiempo el trabajo duro lo haga la persona sin la intervención del motor.
Si tan solo quieres ir a trabajar sin cansarte demasiado, se programa un nivel de asistencia alto, que nos permite llegar a destino con el mínimo esfuerzo.
El sistema de acelerador permite que el ciclista decida cuándo entra la ayuda y el nivel de intensidad en el que lo hará. Incluso algunos aceleradores permiten que la bicicleta vaya sola, sin pedaleo, aunque debemos de recordar que no podemos ir de este modo si el vehículo tan solo está dado de alta como bicicleta, pudiendo ser multados.
Tipos de Aceleradores en Bicicletas
Hay aceleradores de diferentes tipos. Por ejemplo,
- tenemos los de puño, similares a los de una moto,
- los de gatillo, que se presionan con más o menos intensidad en función de la asistencia que se necesite
- o los de botón, que también se van pulsando para solicitar asistencia.
En cualquier caso, el acelerador, si no se usa de manera responsable y controlada, puede acabar con la batería de la bicicleta eléctrica rápidamente.
Muchas bicis actuales ya incorporan ambos sistemas, permitiéndonos optar por acelerador o por asistencia al pedaleo según el tipo de uso que se le vaya a dar a la bicicleta.
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