El cantautor uruguayo graba un tema con la Orquesta Sinfónica de Euskadi para incluirlo en su nueva apuesta tecnológica.
Renovarse o morir. Eso debió pensar el autor de la famosa canción «Al otro lado del río» cuando se le ocurrió la aplicación pionera y única en el mundo.
El proyecto le vino a la mente porque, dice, estaba cansado de que le robaran canciones. Así que en vez de luchar contra la tecnología ha decidido unirse a ella. La idea es tan simple como complicada: al usuario se le ofrece la canción diseccionada en varias y pequeñas frases que son combinables entre si. Como si de un puzzle fuera, el amante de la música que lo decida tendrá una canción totalmente única ya que la hará él mismo.
De los tres temas que formarán parte de Aplicanciones ya presentó hace apenas un mes el primero, Habitación 316. Son 24 versos intercambiables que permiten al consumidor realizar distintas versiones de lo que le ocurre a una pareja desconocida en un hotel. Como si de un «elije tu propia aventura» se tratara pero con posibilidades infinitas. De hecho, el compositor ha comentado que el número de resultados que dará su aplicación equivale a una cifra intermedia entre el número de sinapsis que tiene el cerebro humano y el de estrellas que tiene el universo conocido.
Hoy ha grabado otra de las canciones, y lo ha hecho con la Orquesta Sinfónica de Euskadi. El tema se llama «Madera de deriva». En este caso se ofrece una versión entera y una decena de fragmentos instrumentales. El transcurso de la grabación no ha sido nada fácil ya que tenían que grabar primero con todos los instrumentos en conjuntos y después con ellos separados por secciones: viento, metales y percusión, pero el resultado ha sido satisfactorio para todos. El tema también será incluido en un disco convencional pero hasta entonces se podrán hacer sus personales versiones en móvil y tablets.
