Las ilusiones ópticas, se da por medio visual, lo que quiere decir que la única manera observar dichas ilusiones ópticas es a través de la vista, quedando los otros sentidos del tacto, el gusto, el olfato o el oído descartados. Estas ilusiones pueden ser muy variadas y generar distintas sensaciones de acuerdo con cada persona, ya que cada individuo las capta y las interpreta de manera particular y subjetiva.
Existen dos tipos ilusiones ópticas: en primer lugar, las que suponen una alteración de la imagen a un nivel físico, es decir, la imagen es alterada a partir de parámetros externos como el brillo, la luz, la oscuridad, el color. Un ejemplo para este caso, una imagen que posee una luz particular y hace parecer a nuestros ojos como si esa luz fuera una aparición, o el tablero de ajedrez con casillas blancas y grises que en un momento todas se convierte en igual color). En segundo lugar, también podemos hablar de ilusiones ópticas que se dan como la existencia previa de cierto conocimiento sobre la realidad, que luego no es. Este tipo hace darnos cuenta cuando la imagen no es correcta o esta da a la interpretación de una imagen que no representa la realidad. Un claro ejemplo de esta es, la figura del jarrón, que vista de otro modo, podemos observar que son dos caras mirándose).
Por lo tanto estas ilusiones visuales son por lo general de la alteración de nuestra mente que puede sufrir ocasional o permanentemente que aparezca la forma real que el dibujante creó y no la que nuestra mente está pensando. No obstante el arte de que se dé esto es del creador que da forma y modifica lo que realmente quiere hacernos ver.
