Hay personas a la que el hecho de hacer y preparar una maleta de viaje es un momento de diversión y disfrute, pensando qué meter y cómo conseguir que quepa todo lo que quiere llevarse. Pero para otras, el hecho de comerse el coco por esto puede hacer que se coma la cabeza en exceso, y no queremos que un viaje de relax empiece de esta manera.
Lo importante es conseguir cerrar una maleta que no lleve cargas innecesarias. Cierto es que cuanta más experiencia en los viajes, menos cosas llevará en sus maletas, por lo que si no es una persona asidua a los viajes, es normal que le cueste terminar una maleta. En el fondo de la maleta, es decir, lo primero que metemos, debe de ser las prendas menos delicadas, y que más peso puedan aguantar, para encima colocarle las prendas más delicadas o que requieran de mejor cuidado. Las prendas que suelan coger arrugas deben de estirarse a lo largo, y doblarlas lo menos posible, lo ideal dos, porque cuanto más se doblen, más hueco puede llegar a ocupar. Hay algunas prendas que se pueden doblar bien y después enrollar, como en el caso de los pantalones, y así ocupar poco espacio en la maleta y que haga que llegue en buen estado.
Para aprovechar el espacio ya puede seguir distintos consejos como el ir colocando la ropa de forma opuesta, es decir, una boca arriba y otra boca abajo, o que estén bien cerradas a lo que botones y cremalleras se refiere. Todo será bueno si finalmente consigue cerrar la maleta con éxito.
