Las rocas que se mueven solas

Uno de los más extraños fenómenos conocidos en el planeta tierra se puede hallar en la yerma superficie de Racetrack Beach, un lago desecado en mitad del Valle de la Muerte en California.  Su nombre traducido al español, la playa de las pistas de carrera, parece venirle al pelo, ya que es su superficie se produce uno de los más extraños fenómenos naturales de los que se tenga constancia.

El fenómeno al que nos referimos se conoce con el nombre de Sliding Rocks, es decir, las piedras deslizantes. Este fenómeno, conocido desde que se descubriera esta área, se basa en una serie de líneas dejadas en el terreno tras ser arrastradas.

Lo más curioso es el hecho de que, estas rocas, parecen moverse por sí solas, sin que haya ninguna interacción por parte del exterior. De hecho, los científicos están algo perplejos ya que el mecanismo por el que estas rocas, en algunos casos con peso superior a los 300 kilogramos, es algo que aun no está del todo claro.

Aun más extraño resulta el hecho de que algunas rocas se han desplazado algún centímetro y otras cerca de medio kilómetro, aunque todas presentan algo en común, dejan tras su recorrido un surco que denota por donde se han desplazado.

El Valle de la Muerte, es un parque nacional de Estados Unidos situado en Sierra Nevada, California, con las temperaturas más elevadas de todo el país y con uno de los índices pluviales más bajos de todos los Estados Unidos debido a que está separado del océano Pacífico por cinco cadenas montañosas, lo cual provoca que la superficie salina del lago retenga cualquier tipo de huella durante años.

Los primeros estudios de este fenómeno datan de la década de los cincuenta, pero se pueden encontrar referencias a él desde 1915. Pese a todo, ninguna teoría dada ha logrado explicar el fenómeno de forma satisfactoria por lo que, hasta la fecha, sigue siendo un misterio.

En 1955, George M. Stanley elaboró una teoría la cual es la más aceptada hasta el momento. Según esta, se debe a un efecto producido en conjunto por la superficie helada que actúa como lubricante entre el suelo y la roca, y a los fuertes vientos que se producen en algunas tormentas, que hacen que las rocas puedan desplazarse algunos centímetros

En inverno, la superficie suele congelarse debido a las bajas temperaturas que se registran en la zona. Esta fina capa de hielo oculta una fina película de agua en su interior que lubrifica la superficie de contacto entre el suelo y la roca permitiendo que los fuertes vientos, capaces de alcanzar las 90 millas por hora, muevan las rocas libremente.

Pero no todos lo consideran así, los lugareños nativos tienen su propia teoría del fenómeno, para ellos los espíritus de los antiguos guerreros indios quedaron atrapados por algún motivo en estas enigmáticas rocas, y son esos espíritus los responsables de, cuando menos, tan curioso fenómeno.

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