Las lesiones de arterias suponen una amenaza para la viabilidad del miembro afectado e incluso para la vida.
Históricamente, debido a la rápida perdida de sangre, las lesiones de los vasos principales solían ser rápidamente mortales sobre el terreno donde se suscitaba el accidente. Pero con la llegada de los nuevos servicios médicos de urgencias con métodos avanzados de salvamento y métodos de transporte rápido, cada vez más pacientes con lesiones vasculares graves llegan vivos al hospital. Además se ha incrementado la incidencia de lesiones penetrantes en la población civil por causa violenta y los accidentes de tráfico en los Estados Unidos han aumentado en los últimos cincuenta años.
Lo médicos han tenido que enfrentar con frecuencia enfermos que presentan lesiones vasculares evidentes u ocultas. La terapia de este tipo de lesiones vasculares ha evolucionado con los avances de diagnósticos y con las técnicas quirúrgicas. El tratamiento de las lesiones vasculares antes y después de la segunda guerra mundial era la simple ligadura de la vena afectada, teniendo como consecuencia un alto porcentaje de amputaciones. E n la guerra contra Corea, la reparación vascular se realizó de forma rutinaria, descendiendo la tasa de amputación.
En la guerra de Vietnam, la reparación de lesiones de la artería con mejores técnicas quirúrgicas redujo la tasa de amputación hasta cifras de 5% y 15% respectivamente lo que se aproxima a la actualidad. Se han producido enormes progresos en el diagnóstico y técnicas de tratamiento de las lesiones vasculares y han aparecido varias técnicas de diagnóstico no invasivas que suponen alternativas a la exploración quirúrgica, siendo fácilmente aplicables en urgencias y se ´puede alcanzar el objetivo de un diagnóstico precoz, así como una reparación de las lesiones vasculares graves en la mayoría de los casos.
