Curiosidades sobre VIDEOJUEGOS: Ghost ‘n Goblins

    En el mundo de los videojuegos, existen algunos títulos y sagas que se han convertido en joyas referenciales para los amantes del entretenimiento digital. En algunos casos se debe a la dificultad de los juegos, en otros a la belleza de sus historias, y en otros a lo pobre y horripilante de su desarrollo. El caso de Ghost ’n Goblins figura dentro de los primeros. Un juego que destacó por su dificultad y por sus carismáticos personajes, villanos y jefes finales.

    Nos sumergimos un poco en el mundo de esta fantástica creación de Capcom para entender uno de los grandes hitos de los juegos de plataformas en salones arcade. El año es 1985 y los juegos de plataforma y avance lateral todavía no estaban de moda, pero Ghost ‘n Goblins venía a cambiar esa realidad.

    El caballero y la princesa en apuros

    La trama de Ghost ‘n Goblins es similar a la de muchos relatos de fantasía tradicionales. La princesa de un reino sin especificar es secuestrada y un caballero de armadura brillante, Arthur, irá a su rescate enfrentando toda clase de demonios en el trayecto. La escena de apertura nos muestra a la princesa Prin Prin y al caballero Arthur relajándose en un cementerio cuando aparece repentinamente Satan.

    Este demonio, sirviente de Astaroth, aparece para secuestrar a la princesa y dar inicio al juego. Nuestra misión es atravesar seis peligrosas pantallas hasta llegar a la sala del trono donde Astaroth nos espera para la batalla final. Entre las curiosidades del diseño de enemigos, cabe destacar la figura de los Red Arremers. Monstruos voladores que tienden a esquivar los ataques del jugador, pero cuyo nombre fue elegido como una broma para el programador principal del título: Toshio Arima.

    La mecánica de los jefes finales

    Al igual que muchos otros juegos después, la estructura de Ghost ‘n Goblins introducía la idea del jefe final de pantalla. Antes de sortear cada uno de los seis niveles, era necesario vencer al jefe final de pantalla. Esta mecánica luego se volvería muy habitual en todos los títulos del género. Donde las habilidades de cada jefe serían diferentes y le permitirían al jugador demostrar su precisión en los movimientos y ataques necesarios para llegar a la batalla final.

    Las batallas finales en Ghost ‘n Goblins son recordadas como algunas de las más difíciles de mediados de los 80. Además, en aquel entonces el juego te desafiaba a tener que jugar todo de nuevo si querías obtener el verdadero final, ya que ni bien derrotábamos a Astaroth por primera vez, somos reenviados al inicio del juego para volver a recorrer el camino con una dificultad aún mayor.

    Esta es otra mecánica que se repitió mucho en los juegos de arcade de la época. El principal motivo para esto era la falta de memoria en las máquinas de arcade para cargar muchas pantallas nuevas. Por ese motivo se reutilizaban los escenarios incrementando la tasa de aparición de monstruos y las conductas agresivas. De esta forma la rejugabilidad del título se hacía mayor.

    Entre las curiosidades de los videojuegos, títulos como Ghost ‘n Goblins nos demuestran que la industria del ocio electrónico ha avanzado muchísimo, y por eso los grandes clásicos siguen más vigentes que nunca.

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