Un equipo de científicos británicos de la Universidad de Newcastle, ha sometido a 13 personas a un estudio para analizar cómo el cerebro reacciona cuando una persona hace un chirrido con la tiza sobre el pizarrón. Lo descubierto fue que se debe a acción recíproca entre la zona del cerebro que ha de procesar el sonido, denominada corteza auditiva y, la amígdala, quien procesa todas las emociones.
Cuando al oído han de llegar sonidos extremadamente desagradables, la amígdala modifica a la corteza auditiva elevando el grado de intensidad de la actividad y de esa manera, genera sonidos insoportables. En otras palabras, se podría decir que la zona emocional ubicada en el cerebro, altera la comprensión de los sonidos, de manera tal que en el cerebro ha de escucharse con muchísima más intensidad el chirrido que una tiza hace, que el flujo del agua agradable que hay en un río.
¿Qué más descubrieron los científicos?
Durante este estudio, los científicos han establecido un ranking con todos los sonidos que suelen ser molestos. En las primeras posiciones se encuentran los producidos por un cuchillo cuando éste roza una botella de vidrio, un tenedor cuando araña el cristal como en el caso de un plato, una regla frotada en una botella, el grito agudo de una mujer, las uñas de las manos al arañar un pizarrón y, el sonido de una amoladora al cortar una baldosa. Sin embargo, eso no es todo ya que han considerado como menos molestos a los aplausos, los truenos, la risa que tiene un bebé y el fluir del agua.
Enfermedades derivadas
Mediante el estudio de la tiza en el pizarrón se ha logrado comprender de una mejor manera el porqué de las enfermedades denominadas misofonia (odio a los sonidos) la cual es manifestada con un enojo muy severo causado por los molestos sonidos que algunas personas generan al sorber, comer, respirar o masticar un chicle; así como también, la hiporacusia que es un síndrome producido por una disminución en el grado de tolerancia de ciertos sonidos naturales y normales del ambiente. También ayudan a entender porqué la migraña logra agudizar el nivel de percepción de todos los aspectos de los sonidos desagradables.