Los pequeños mamíferos se han convertido en mascotas muy populares.
Al entrar en una tienda de animales es muy fácil encontrar jaulas para conejos, juguetes para hámsters e incluso alimentos para ratas y ratones. Sin embargo, algunas variedades de esos pequeños animalitos esconden secretos que muy pocos conocen.
El caso más notorio es el de los conejos enanos.
Aunque fueron domesticados mucho más tarde que los gatos han avanzado en el proceso de adaptación y se han vuelto incluso más amigables con los seres humanos que los propios felinos. Existen muchísimas variedades de conejos.
- El más pequeño hasta la fecha pesó en su edad adulta poco más de trescientos gramos,
- mientras que el más grande acreditado por el libro Guinness World Records superaba los veintitrés quilogramos.
- Aunque pueda parecer realmente extraño, los conejos ven todo lo que les envuelve en color rojo y azul.
- Pese a la falsa creencia extendida por todo el mundo los conejos no son roedores sino lagomorfos, pero aun así sus dientes nunca dejan de crecer. Eso hace que sea muy aconsejable ofrecerles productos fibrosos como el heno. El sistema digestivo de los conejos funciona por empuje. Es decir, van digiriendo la comida al mismo tiempo que va entrando más alimento a su estómago. Por ese motivo la mayoría de los ejemplares comen continuamente y no dejarían de hacerlo si sus dueños no retiraran el alimento sobrante después de cada comida.
- Los conejos viven entre cinco y siete años, pero hay constancia de ejemplares que han superado los quince años de edad.
- Son animales conocidos por su agilidad, pero muy poca gente sabe que pueden llegar a velocidades de más de 50km/h. Una de las cosas más curiosas concierne a sus ojos.
- Tienen una excelente visión e incluso pueden ver lo que tienen en la parte trasera. Sin embargo, poseen un ángulo ciego en la parte frontal. Por eso es muy habitual ver a los conejos observando lo que hay a su alrededor con la cabeza ladeada.