Acción, comedia y drama en un viernes plagado de estrenos.
Acto de valor, la primera película en largo de Mike McCoy y Scott Waugh. Una historia bélica que vende eso, valores. Dice estar inspirada en hechos reales. Tratan de rescatar a un agente de la CIA y se desvela un complot, entonces una tropa de agentes de élite sale al mundo a solucionarlo. La película pasa por muchos lugares del globo y se presentan las mismas ideas de cualquier cine de guerra, el conflicto con los principios, la fidelidad a la nación y las preocupaciones familiares.
Cinco días sin Nora es una especie de Mario de Delibes alargado en el tiempo. Nora se muere, después de intentarlo varias veces, y deja elaborado un plan para que su marido tenga que hacerse cargo del funeral. En esos cinco días de velatorio y preparaciones con instrucciones elaboradas, aparece una foto que dará lugar a descubrir una historia de amor muy escondida en el corazón. Fernando Luján es el protagonista de esta historia mexicana de Mariana Chenillo que mezcla drama y comedia a la par.
De España viene Iceberg, una película de Gabriel Velazquez en el que se cruzan historias de adolescencia. Se llama así porque lo que no se ve de un iceberg en este caso es la importancia de los padres, unos padres que aparecen en la cinta de manera ausente. Y de Francia llega MS1: Máxima seguridad, una película de lo más estadounidense donde los presos más peligrosos del Planeta se encuentran en una cárcel espacial de máxima segurdad en estado de letargo. La hija del presidente de los EEUU lidera una misión humanitaria cuando, «sorprendentemente», estalla un motín. Bruce Willis, Edward Norton y Bille Murray son los nombres más llamativos de la cartelera de este viernes y aparecen en Moonrise Kigndom, la película de Wes Andersen tan aplaudida en la apertura del pasado Festival de Cannes.
Paul Rudd y Jennifer Aniston protagonizan la comedia del viernes, Sácame del paraiso. George y Linda forman una pareja superestresada de Nueva York que pierden sus empleos y tienen que mudarse a Atlanta a vivir con el hermano de él.
Viajaremos hasta la Inglaterra del siglo XIX con la comedia romántica Hysteria. El doctor Jospeh Mortimer Granville inventa el vibrador para curar la histeria femenina, caracterizada por espasmos musculares, sudores fríos, insomnio y retención de líquidos. Una apuesta para ver como acepta el selecto público inglés un tema como la masturbación femenina, aunque tratado en un tono bastante light y con mucho humor tópico.
