«La Biblia para referirse a quienes se hayan desorientados dice de ellos que son como los girasoles ciegos: No ven la luz del sol, andan perdidos«.
Esta frase es una de las que dice el actor José Ángel Egido cuando se mete en el papel de rector de esta nueva película de José Luis Cuerda…
Puede ser que al ver la película al único que te creas es a Egido…Bueno, y también a una maravillosa Maribel Verdú que sin sobreactuar consigue cargar de dramatismo a su personaje.
Parece que Verdú poco a poco se va quitando el mito de quien se queda sin ropa en todas sus películas…Ya lo hizo en el Laberinto del Fauno…Y aquí repite…Ella es sentimiento…No como Javier Cámara, que sin saber cómo se quedó plano. Igual es que la sombra de su compañera de reparto era demasiado alargada…
Crítica sobre «Los Girasoles Sin Vista»
Sea como sea, o por lo que sea, Los Girasoles Ciegos se queda en un quiero y no puedo. Cuando se cumplen 20 años de la fantástica Amanece que no es poco (fantástica hoy día, porque en su tiempo no debió ser tan reconocida, según palabras del propio director) José Luis Cuerda presentó esta nueva película.
Esta contextualizada en los años posteriores a la guerra civil española y es la adaptación de una novela, la de Alberto Méndez, que falleció poco después de conseguir publicarla. Quién tampoco ha podido ver el resultado de su trabajo es Rafael Azcona, que escribió el guión junto con el propio Cuerda. La diferencia con el libro es que se centra unicamente en el último capítulo del mismo (cuando son cuatro) y que la literatura nos lleva de paseo por Madrid, mientras en imágenes nos acercamos a Orense.
Pero volviendo a los «protas»…¿Se acuerdan del niño del Orfanato? El que hizo de retoño de Belén Rueda ahora tiene como madre a Maribel Verdú…Se llama Roger Princep y representa la mentira de la época…¡Qué facilidad para ocultar una vida!
También sale en la cinta Raúl Arévalo…Que dejó el listón muy alto en «El camino de los ingleses», y aquí no ha sabido mantenerse a la altura…Quizá el papel le venía grande, o símplemente la sotana no le sienta bien. El caso es que el cura de la historia es poco creible.
Teniendo muchos ingredientes positivos (porque los actores, independientemente de como lo hayan hecho, ¡son buenos!), teniendo una historia fantástica, teniendo sentimientos por doquier para transmitir…Los Girasoles Ciegos se quedan a medias.
la fuerza del papel de Verdú es impresionante. es curioso… después de tantos años y películas encima, sigue revelándose como una magnífica actriz cuando los directores se lo permiten. este es uno de esos casos; otro de ellos, se me viene a la cabeza, es su papel en «la buena estrella» donde, no es que haga un derroche interpretativo, pero deja ver destellos de brillantez muy interesantes…
por supuesto, tiene sus detractores… y quién no los tiene? pero he de reconocer que no soy uno de ellos.
Maribel, a ver cuándo nos vemos.