En estas fechas navideñas ya podemos encontrar en las carteleras de los cines el esperadísimo film de Los Miserables, dirigida por Tom Hooper (El discurso del rey) y basado en el famoso musical que se inspira en la novela de Victor Hugo. Estamos delante de un clásico, una obra que ha sido traducida a 21 idiomas, entre ellos, el japonés o el hebreo.
En versión musical, Los Miserables ha recorrido unos 41 países, haciendo disfrutar en los teatros a miles de personas en total de 291 ciudades. Los datos son impresionantes: 43.000 funciones profesionales en todo el mundo y un público total de más de 55 millones de personas. Y ahora esta obra llega al cine, ¿logrará los mismos éxitos?
No podemos olvidar, que existen otras cintas basadas en la novela de Huego. Ya en el año 1998 se creó otra película, en aquella ocasión dirigida por Bille August y con interpretes como Liam Neeson, Uma Thurman o Claire Danes. Pero este nuevo estreno se tiene como la versión cinematográfica definitiva, y además es un musical y no un drama.
Los Miserables narra la vida del exconvicto Jean Valjean, que es interpretado por Hugh Jackman. La historia se desarrolla en la Francia del siglo XIX y nos transmite una emotiva historia en la que los sueños sin lograr y el amor no correspondido, pasando por la pasión, el sacrificio y la redención, nos llenará el alma con una sensación que no nos dejará indiferentes. En Los Miserables, podremos comprobar la fortaleza del espíritu humano, de la ilusión, de las ganas de vivir y luchar. El hilo central ya lo hemos citado, el policía sin piedad, Javert, interpretado por Rusell Crowe, persigue a Jean Valjean, hasta que este decide cuidar de Cosette, la hija de Fantine interpretada por Anne Hathaway, decisión que cambiará la vida de todos para siempre.
La dirección de Tom Hooper y la producción de Tim Bevan, Eric Fellner, Cameron Mackintosh y Debra Hayward. Cuenta con una duración de 158 minutos, un periodo de tiempo en el que seguro disfrutaremos con este film.
No olvidéis las palomitas y si sois un poco sensibles, tampoco pueden faltar los pañuelos de papel.
