El rey Arturo es uno de los pilares de los relatos mitológicos de Gran Bretaña. Es una figura envuelta en misterio, magia y luchas de fantasía contra dragones y poderosos hechiceros, pero en realidad hay una figura histórica que habría inspirado los relatos heroicos de este gobernante. Hoy nos remontamos a los escritos y documentos en los que aparece mencionada la figura histórica que sirvió de base para el relato artúrico.
1. No fue rey de Gran Bretaña
La primera vez que Arturo aparece mencionado de forma escrita es en el año 540 después de Cristo. Un historiador llamado Gildas, que vivió en la misma época, escribe sobre la figura histórica que inspiró a Arturo, pero no lo llama rey y tampoco lo menciona con el nombre de Arturo. En realidad, nos habla de un heroico guerrero que dirigió el ejército de los reyes de Gran Bretaña contra una invasión anglosajona “pese a que había mucho más nobles que él” en la partida.
2. El verdadero nombre de Arturo
En el documento original de este héroe que serviría como base para el mito del rey Arturo, su nombre verdadero era Ambrosius Aurelianus. Era un guerrero romano que, según Gildas, fue el último de su tipo en tierra británica. Fue un comandante militar que lucho contra los invasores anglosajones y logró quitarle la vida a 940 enemigos, según algunas fuentes.
3. La expansión y el cambio de nombre
La historia narrada por Gildas se extendió por todo el país, y por más de 300 años se contó con las diferencias propias que cada narrador le iba añadiendo. Un detalle que cambio de forma notable fue el nombre, ya que de Aurelius pasó a ser conocido como Arturo.
4. Familias noble
Pese a que Arturo podría no haber sido de familia noble, los registros indican que sus padres vestían de púrpura, color que en la antigua Roma se utilizaba para distinguir a los nobles y representantes del emperador. Así que el rastreo de sus antepasados puede terminar arrojando que Arturo era descendiente o de la familia Artorius (una de las fundadoras de Roma), o de los emperadores bizantinos como Marco Aurelio o Commodus.
5. Camelot, de gigantesco castillo a pequeña fortaleza
El nombre de Camelot en el imaginario nos hace pensar en un gigantesco castillo donde el rey imparte justicia y protege a sus súbditos de los bárbaros. Pero así como el nombre de Arturo originalmente no era tal, tampoco su castillo, su orden de caballeros y su mesa redonda. Camelot en realidad era apenas una fortaleza romana dentro de la actual ciudad inglesa de Colchester, que en época de los romanos se llamaba Camuldonum. Fue el primer pueblo romano en Gran Bretaña, construido en el año 40 después de Cristo y funcionaba como uno de los centros estratégicos de la zona.
Estas son algunas de las características históricas de una de las figuras más importantes de las leyendas occidentales. El rey Arturo, figura clave para entender la defensa británica frente a los invasores anglosajones, y para ver como una historia se va adornando y creciendo con el paso de los tiempos para dar paso al mito.