Breve Historia de los Regalos

historia de los regalos

Regalos de aniversario, de boda, por compromiso, regalos personalizados, los clásicos “para quedar bien… a lo largo de nuestra vida los seres humanos invertimos ingentes cantidades de dinero o ingenio (los menos desprendidos y niños el Día del Padre) en agasajar a otras personas.

Sabemos las ocasiones en las que es aconsejable regalarle algo a alguien pero… ¿sabemos por qué lo hacemos? A continuación os mostramos una breve historia del regalo como elemento unificador de la experiencia humana.

¿Por qué hacemos regalos?

Pese a que en la prehistoria se datan las primeras redes comerciales de intercambio de productos y objetos (herramientas, frutos, bisutería), lo que imperaba en esas transacciones era el trueque, lo que nos impide saber de un modo fiable si en los años finales del neolítico nuestros antepasados se entregaban unos a otros presentes por el simple placer de hacerlo.

Los primeros ejemplos documentados de regalos propiamente dichos podemos encontrarlos en civilizaciones antiguas cultural, política y socialmente evolucionadas. Es el ejemplo de Grecia. La Odisea de Homero recoge pasajes en los que Ulises es agasajado con metales preciosos y joyas lo suficientemente abundantes como para hacer rico a su hijo Telémaco y a varias generaciones más.

En Roma se mantuvo la costumbre de hacerse regalos entre los parientes, como símbolo de estatus o “invocación a la fortuna” en honor a los Dioses. Estas monedas, también llamadas Strenae, son el antiquísimo antepasado de lo que hoy conocemos como aguinaldo.

Obviamente, el ejemplo mejor documentado de presentes entregados sin ninguna clase de contrapartida se encuentra en la Biblia, cuando los magos de Oriente entregan al niño Jesús oro (símbolo de realeza), incienso, símbolo de divinidad, y mirra, signo de humanidad (¿estaremos, pues, ante los primeros regalos personalizados de la historia?). Obviamente, esta tradición ha sobrevivido hasta nuestra época transformada en el Día de Reyes y los regalos de navidad.

Ahora hay gran cantidad de ocasiones para hacer regalos corporativos, de celebración, regalos personalizados o de aniversario. Las opciones para sorprender a nuestros familiares van desde lo rabiosamente original y divertido (pensemos, por ejemplo, en la gama de productos Hofmann) a lo, digamos, “dudoso”, como en este curioso y divertido ejemplo con el que os dejamos.

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