Indispensable en cualquier hogar hasta la implantación del inodoro a medianos del siglo XX, la bacinilla, el perico, el dompedro o el bacín (todos ellos diferentes nombres para referirse al orinal) hizo aparición, por lo menos, hace unos 3200 años.
Según cuentan en el curioso museo del orinal de Ciudad Rogrigo (Salmanca), se sabe que ya era un utensilio doméstico cotidiano durante la XIX dinstía del Imperio egipcio.
Los romanos, que lo llamaban matula o metella, tomaban asiendo generalmente en piezas de bronce, aunque las clases acomodadas lo hacían en piezas de plata.
A partir del siglo XVII empezaron a fabricarse masivamente con gres o porcelana, lo que otorga ese grío contato que conocen lo que lo han probado en las noches invernales. Más tarde se impuso la costumbre de esconderlo en sillas o aparedores del comedor.
Este objeto ha quedado hoy relegado a los hospitales, donde tienen forma de cuña para encajar más fácilmente bajo las posaderas de los pacientes.
Aquí puedes encontrar más curiosidades de la historia.
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Museo del Orinal – Historia del Orinal
Haciendo una breve historia diremos que el Orinal ha ido variando con los tiempos, pues en la antigüedad fue oblongo, mas tarde escafoide (tipo barca), en el siglo XIII y XV, como los hispanos-árabes, en arcilla. Los cilíndricos en estaño. Los globulosos, los más corrientes, desde el siglo XVIII, en todos los materiales. Es una pieza que se ha utilizado durante milenios, ya que se tienen noticias desde la Sesóstris de los egipcios, en la XIX dinastía y también en los hombres de Xian, en China y en la misma dinastía o sea 1950 años A.C. y que ha desaparecido por completo debido al progreso, estando relajados al uso de los hospitales y enfermos, pero hechos de ese material que lo inunda todo, llamado plástico.
Los griegos lo llamaron “amigo” y los romanos “matula” o “metella” y formaba parte del mobiliario, siendo generalmente de bronce. Petronio y Juvenal dan noticia de ello y San Clemente en el siglo I D.C. clamó contra los “refinados”, que los utilizaban de plata. El emperador Heliogabalo, superó a todos en el lujo, pues se sentaba entre flores frescas de su jardín y con vasija de oro puro. Las letrinas en Roma se usan a partir del siglo III, con Diocleciano. Más tarde en los castillos y monasterios se disponían en los recodos de las escaleras, con un canal que caía al foso. Carlos V de Francia, advierte en París en 1374, “que las casas tienen que tener suficientes letrinas”. En el siglo XVII se fabrican de gres y porcelana a gran escala y en el XVIII en todos los materiales.
La “galanga”, es un orinal vertical de tipo botella y aparece en 1800. La “chata”, orinal para encamados, redondo y con cuello alzado. La “cuña”, similar al anterior, se introduce entre la cama y el dorso del paciente, con dos asas generalmente, para los más pequeños. Y los “dompedros”, que son muebles de maderas nobles, como la caoba, palo santo, roble, castaño, cerezo etc, algunos de ellos con incrustaciones de marquetería, marfil o pan de oro, con orinales escondidos, como los aparadores, sillas, sillones, butacas, etc. que llenan los salones de las casas nobles, palacios y castillos. Un modelo más bajo se llevaban durante los viajes, o para escuchar los oficios religiosos, en estuches de piel labrada, cuero o madera.
Hay muchas cosas que se podrían comentar sobre esta parte de la historia, y que los escritores de todos los tiempos, casi nunca nos han hablado de ella, pero que ha existido y ahí está. El primer inodoro con agua corriente, lo inventa Sir John Harrington en 1596, para su prima la reina Elizabeth I de Inglaterra, pero que no llegó a prosperar. Luis XIV, el rey Sol, que gobernó Francia entre 1643 y 1715, tenía en palacio dos “limpiadores oficiales”, puesto muy bien remunerado. Sobre 1700 el sitio ideal para los Orinales era el comedor, escondidos en aparadores, sillas y sillones. En 1775 Alexander Cummings inventa la válvula para el inodoro y el primer inodoro con agua corriente casi perfecto aparece en l.850. El papel higiénico aparece en 1.857, vendiéndose detrás de los mostradores y en cajas planas, el rollo aparece en l.928 y el papel blando en l.932 que no fue muy bien aceptado y sólo en l957 el papel de color.
Todos nuestros mayores los han utilizado hasta hace muy poco tiempo y que estuvieron en casi todas las casas del mundo y como siempre todo dependía del poder adquisitivo de cada uno. Primorosos artesanos mundiales plasmaron todo su saber y pericia para realizar estas joyas siendo muchos de ellos verdaderas obras de arte, que hoy se pueden ver en este Museo, que ha sido portada de varios diarios nacionales, provinciales y regionales, comentado por todas las emisoras de radio y la T.V. le ha dedicado buenos y extensos reportajes.
El genial escritor y premio Nóbel de literatura D. Camilo José Cela, en su día, le dedicó una página completa, publicada en el diario ABC, hablando de este singular Museo, lo mismo que la revista Antiquaria en su nº 260, escribe en portada sobre el Museo y cinco páginas centrales a todo color con buenas fotografías sobre el mismo. Este Museo cada día va siendo más conocido y visitado por miles de personas de todas las clases sociales, quedando sorprendidos de la cantidad y calidad de las piezas expuestas y el estado de conservación de las mismas.
Fuente: http://www.aytociudadrodrigo.es/index.php/areas-tematicas/patrimonio-y-turismo/museo-del-orinal.html?start=2