¿Qué es El Síndrome del Niño Hiperregalado?

Consejos prácticos para evitar el síndrome del niño hiperregalado porque solo aumenta las carencias afectivas en la infancia.
¿Qué es El Síndrome del Niño Hiperregalado?

Llega la Navidad y una vez más, lejos de reflexionar sobre cómo estas fiestas han derivado en un consumo que solo aporta carencias afectivas, la misma inercia de siempre se repite cada año en un tiempo en el que la Navidad comienza en otoño en su parte más comercial. Los niños son los grandes protagonistas de estas fiestas y con mucha frecuencia se produce el síndrome del niño hiperregalado, es decir, el derroche y el exceso como forma de compensación.

La abundancia, en sí misma, no tendría por qué ser negativa. Sin embargo, por medio de este exceso de mimos los niños, finalmente, no valoran los regalos como deberían como un efecto lógico de esa abundancia. Una abundancia que lejos de colmar los deseos infantiles solo aumentan el vacío.

La abundancia no tapa las carencias afectivas

En realidad, el síndrome del niño hiperregalado habla de un modo negativo de la forma en la que muchos padres compensan la falta de tiempo con sorpresas materiales. Esta actitud también conduce a las propias desigualdades entre los niños que luego se comparan con los demás y pueden llegar a la conclusión equivocada de que son más importantes que los demás solo porque han recibido todos los regalos que habían pedido. La ilusión de la Navidad se apaga con el exceso de sorpresas que producen un efecto de saturación ya que la imaginación necesita espacio para soñar en aquello que todavía no se ha conseguido. La capacidad de atención es limitada, por tanto, ante un exceso de regalos el niño siente que su mente está dispersa.

Cómo evitar el síndrome del niño hiperregalado

  • 1. Acotar el número de regalos a un número razonable. Tres, cuatro o cinco sorpresas pueden ser suficientes, entre otras cosas, porque también depende del tipo de regalo.
  • 2. Regalos culturales. Es importante fomentar, por ejemplo, la pasión lectora en los niños desde la primera etapa de la vida. Es una buena costumbre pedir algún libro a los Reyes Magos. Así como algún disco de música infantil o películas de Disney.
  • 3. Juegos para compartir en familia. Es conveniente que estos regalos sean un aliciente para jugar juntos puesto que el verdadero poder del juego es el entretenimiento como vínculo emocional.
  • 4. Practicar la solidaridad. Por ejemplo, ya que los niños recibirán nuevos regalos con motivo de los Reyes Magos, este es un buen momento para colocar en una caja aquellos juguetes que ya no utiliza y están en buen estado para que puedan utilizarlos otros niños. De este modo, con este sencillo gesto, el niño también se educa en un mensaje de solidaridad.
  • 5. Regalar juguetes en otros momentos del año. ¿Por qué concentrar la compra de regalos solo en Navidad o en el cumpleaños cuando cualquier detalle puede ser igualmente pedagógico en otro momento?
  • 6. No elijas juguetes que son solo fruto del apetecer del momento puesto que el niño también está condicionado por el poder del marketing.

Esta Navidad, evita el síndrome del niño hiperregalado con estos sencillos consejos.

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