También abogo por el perfeccionamiento espiritual del hombre. La lectura de dos libros marcó profundamente su forma de vida: la Biblia y el Bhagavadgita. Del primero, lo cautivaron ciertos pasajes en los que se postula el pacifismo y la ausencia de respuesta a las agresiones. “a quien te hiere en una mejilla, préstale también la otra” (sermón de la montaña). Del segundo, el libro sagrado del hinduismo, Gandhi tomó las enseñanzas acerca de la moral, la capacidad de esfuerzo y la resistencia tenaz ante la adversidad.
Dos principios propios de su sistema de pensamiento:
La satyagraha o “fuerza de la verdad”
De ella, deriva el concepto de resistencia pasiva. Además, supone la búsqueda de la verdad como camino de rectitud y virtud. Es una acción pacífica que apela al vigor y a la fe en los actos individuales.
“la verdad nunca daña una causa que es justa”. “En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarlo”. “El deber de todo hombre es tratar de alcanzar continuamente la perfección”.
La ahimsa o “no violencia”
Este principio es consecuencia directa del anterior. La fuerza de la verdad hará que esta se imponga por sí misma, sin necesidad de violencia alguna. El daño que nos es infligido no ha de obtener una respuesta por nuestra parte sino resistencia, que es la demostración de nuestra convicción.
“El odio nunca es vencido por el odio, sino por el amor”. “ojo por ojo, y el mundo acabara ciego”. “Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia”.
