El uno de enero del año 2002, fue la fecha en la que el €uro llegó a España. Desde entonces el coste de la vida, ha subido tres veces más que los salarios: tomar un café ahora nos cuesta el doble que en 2002, el cine se ha encarecido un 33%, el pan un 66%, algunos productos frescos han llegado a aumentar más del 150%, el pollo un 130%, el textil un 40% y el alquiler de un piso se ha encarecido en torno a un 60% más que el IPC.
Creo que estoy en condiciones de afirmar que gran parte de culpa de este desmesurado y desmedido aumento del precio de prácticamente todo, tiene y mucho que ver con el redondeo que se realizó y que nos sitúa a toda la población como auténticos, responsables, suicidas si me lo permiten en la administración económica de nuestros hogares. El redondeo nos podría haber engañado el primer mes, el segundo a lo sumo, pero no durante más de cuatro años.
Si así hubiera sido se habría producido una contracción de la demanda que hubiese provocado la bajada de los precios para igualarlos a las rentas: está claro que si no llegásemos a final de mes, nos desapuntaríamos del gimnasio, no iríamos al cine, no realizaríamos viajes, no nos hipotecaríamos ni nos permitiríamos ningún tipo de lujo. Pero no ha sido así, hemos mantenido el mismo tren de vida.
¿Y cómo hemos podido mantener nuestro nivel de gasto?, analizando lo anteriormente expuesto, solo cabe señalar en una dirección, aumento de crédito. Nos hemos endeudado más porque el «dinero barato» nos lo ha permitido, ya que mismo nivel de ingresos, mismo nivel de vida, subida de precios y coste financiero ocasionan una situación insostenible y preocupante.