Lección 7: Teoría del revelado de fotografías

El revelado fotográfico es un proceso en el que la imagen captada en el negativo se torna visible y, si se hace sobre papel, a partir de un negativo, se llama “positivado”. Puede hacerse en cinco pasos que son: revelado, detención (también conocido como baño de paro), fijación, lavado y secado.

La imagen obtenida a través del revelado fotográfico es un negativo, es decir, una imagen en la que los valores de la luz están invertidos respecto a la original y cuando ya está seca pueden hacerse copias sobre papel u otra película, así se obtiene una diapositiva que te permitirá ver la foto en proyectores.

Los formatos para el revelado fotográfico

Entre los formatos de película fotográfica más populares se encuentra el de 35 mm o película de 135, usado en la mayoría de las cámaras réflex hasta el final del siglo pasado.

Otros formatos de películas fotográficas son el formato medio o 120, 220; Polaroid, que es para revelado instantáneo; y formatos grandes, que son el 4×5, 5×7 y 8×10 (todos en pulgadas).

Si bien ha habido otros formatos, como el Advanced Photo System (APS), no han alcanzado la popularidad suficiente y sus dimensiones han servido para establecer la base para formatos actuales en las fotos digitales.

Positivado fotográfico

Este es el proceso que se refiere a la obtención de la imagen sobre papel fotográfico a partir de un negativo. Si el tamaño de la imagen resultante concuerda con el del negativo se llama “contacto” y puedes juntar varios de ellos en una “hoja de contactos”, pero si obtienes imágenes con más tamaño mediante la ampliadora fotográfica hay que llamarla “ampliación”.

Para establecer las diferencias entre el positivado y el revelado fotográfico hay que decir que en el primero necesitarás de papeles fotográficos que permitan el uso de una luz inactínica o de seguridad con la que puedas controlar el proceso y además existen diferencias en los tiempos de fijado y revelado.

Los materiales necesarios para el positivado fotográfico son un cuarto oscuro en el que se recomienda mantener zonas húmedas y secas, que tenga enchufes y buena ventilación, ampliadora, reloj, marginador, lupa de enfoque, luz de seguridad, cubetas y pinzas, esmaltadora y una prensa de contactos.

Es importante que en el proceso de positivado fotográfico te fijes en que el revelador tenga una temperatura entre 18 y 26 grados centígrados, aunque lo ideal es 20 grados. Si la temperatura es menor a 20 grados dale un minuto más por cada dos grados de menos, pero si es mayor da un minuto de menos por cada dos grados de más.

 

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