Siguiendo con la combinación de las figuras de fondo, y en especial con la «La copa de Rubin» la imagen puede interpretarse como dos rostros (en negro) mirándose o una copa blanca sobre fondo negro
Dos variaciones de la «copa de Rubin». Una imagen con varias copas y rostros que se adivinan en sus contornos pueden ser creadas con mucha facilidad. En otra imagen tenemos la aplicación real. Es un jarrón creado en 1977 para celebrar los veinticinco años de reinado de la reina Isabel II de Inglaterra, los perfiles que dan forma al jarrón son los de la propia reina y su marido.
Otras dos variaciones (bastante potentes). La imagen de un jarrón del que parecen brotar hojas (lo cuál, por cierto, tiene poco sentido) que también son los ojos y bigotes de dos perfiles humanos. En el ejemplo de la derecha los perfiles humanos se unen esta vez para dar forma a una vela.
Rubin demostró que la distinción entre lo que es figura y lo que es fondo se debe a distintos factores. Así, por ejemplo, suele ser elegida como figura la parte que es más pequeña. También influye la concavidad y convexidad. En cada uno de estos dibujos (de una idea de Rubin en 1921), la imagen que suele distinguirse como fondo es la convexa (la que «termina en ángulo») independientemente de su color.
También influye la orientación de cada parte de la figura, de forma que normalmente nuestro cerebro elige como figura la que tiene una orientación próxima bien a la horizontal o bien a la vertical.