Siguiendo con algunos de los casos de ilusiones ópticas que más se suelen repetir, aquí les seguimos hablando de unos pocos más que seguro les será de su agrado si se siente atraído por estos divertidos juegos.
Una de las ilusiones ópticas que más le pueden llamar la atención es la que le hace sentir que la imagen está en movimiento, cuando no lo está. Pues bien, hay que darse cuenta que “se mueve” cuando nosotros movemos la vista, por lo que si no la movemos, se estará quieto. Eso es debido a que la retina suele retener durante unos segundos una imagen, al cambiar y ser el dibujo parecido, crea esa sensación de movimiento al pasar de un fotograma a otro.
Algo parecido puede pasar con las espirales que acaban en un punto céntrico, pero que realmente no son espirales, hay que percatarse muy bien que son simples círculos, y que no tienen relación entre ellos, pero el efecto, hace parecer que sí.
Otro caso a comentar, es la ambigüedad de las imágenes. Se pueden ver imágenes como la del pato-conejo, la de la joven y la vieja, o la del hombre con barba o el rey. En este caso todo el mérito es del autor del dibujo, que lo hace de tal manera que nos hace poder ver a ambos animales, y a la vez, engañar nuestro cerebro.
Las caras-vasos, otra imagen sencilla y bien hecha que puede hacer que veamos o bien el vaso en medio de la imagen, o bien dos caras mirándose de frente.
El mundo de las ilusiones ópticas es muy amplio, y ya se puede encontrar mucho material que nos haga disfrutar.