La realidad aumentada está causando furor entre los aficionados a la tecnología. Si bien antes tan solo se daban estos fenómenos en las grandes pantallas de las salas de cines, hoy en día ya no es necesario tener que movernos ni siquiera de casa, ni tener una pantalla ni un proyector para disfrutar de estas ilusiones ópticas creadas gracias a la magia de la imagen digital. Tan solo necesitamos un pequeño teléfono móvil con cámara y una aplicación específica, capaz de montar en la imagen real lo que nosotros queramos.
Este tipo de imágenes se pueden utilizar después para crear nuestras propias películas caseras, pero lejos de tener las características de antaño, en estas podemos incluir todo tipo de personajes ficticios o colocar objetos en lugares en los que en realidad no hay nada. Basta con mirar a través de la pantalla del teléfono o de la consola de videojuegos para disfrutar de una realidad alternativa.
El software que se utiliza para crear estas aplicaciones le debe en gran medida su rápida implantación y su gran capacidad de mejora gracias a que se utiliza bajo licencias libres, con lo que los usuarios avanzados pueden realizar mejoras que posteriormente se incluirán en las licencias comerciales. Gracias a este modelo de diseño se consiguen programas que funcionan en distintas plataformas y diversos sistemas operativos.
Esta tecnología está teniendo un gran auge en la industria de los videojuegos, y existen una buena cantidad de títulos en los que podemos ir cazando diminutos animales fantásticos o jugar con mascotas virtuales mirando por la pantalla de nuestro televisor. A los niños les encantan estos juegos de ilusiones ópticas. Pero eso sí, asegurémonos de que después de jugar la imaginación de nuestros pequeños no se desboque, haciéndoles creer (o ver incluso) que hay cosas en lugares donde no los hay y nunca los podrá haber.
