Hoy celebramos el día de Todos los Santos, un día en el que muchas familias siguen la tradición de comprar flores bonitas para adornar la lápida de los familiares más cercanos en un signo de respeto y de cariño. Sin duda, existen epitafios célebres que son muy curiosos y hoy, en el día de Todos los Santos, también los recordamos.
Epitafios célebres en los cementerios
1. El epitafio de Molière dice así: “Aquí yace Molière el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace muy bien”.
2. Groucho Marx hace gala de su sentido del humor con un divertido mensaje: “Disculpe que no me levante, señora”.
3. El inolviable William Shakespeare afirma en su despedida eterna: “Buen amigo, por Jesús, abstente de cavar el polvo aquí encerrado. Bendito el hombre que respete estas piedras, y maldito el que remueva mis huesos”.
4. El epitafio del músico Ludwig Van Beethoven: “Que los amigos aplaudan. La comedia se ha acabado”. Un buen mensaje para poner el broche de oro al concierto más importante, el de la vida de todo un maestro de la música clásica.
5. Miguel de Unamuno, uno de los máximos pensadores de la literatura española afirma con ironía “Sólo le pido a Dios que tenga piedad con el alma de este ateo”. El tema de la existencia de Dios y la duda sobre qué hay después de la vida, fue uno de los que más centró la mente de esta hombre ilustre cuyo pensamiento también trasciende al ámbito filosófico.
6. Miguel Mihura nos dijo adiós con la frase cómica “Ya decía yo que ese médico no valía mucho”. Sin duda, estos epitafios célebres muestran que hay que ponerle sentido del humor hasta la muerte y estos hombres ilustres, incluso, más allá de su último adiós, nos siguen regalando una sonrisa con estas divertidas palabras que llenan de vida los cementerios no sólo en Todos los Santos sino también, en cualquier otro momento. .
Fuente – Auxiliar Enfermería