Resulta curios descubrir como muchas de las tradiciones orientales tiene su homónimo en culturas asiáticas. Este es el caso del mito del Edén de Adán y Eva, que encuentra su topónimo en la cultura budista con el Shambala.
Para la cultura budista, existe un mito por el que, en la cumbre del Himalaya, podríamos encontrar un “reino oculto” donde se hallan, entre otros, la fuente de la eterna juventud. De hecho, la palabra Shambala en tibetano viene a significa, fuete de la eterna juventud.
Según la cultura tibetana el Shambala, o Reino Oculto, estaría ocupado por una serie de seres mucho más avanzados, tanto a nivel tecnológico como espiritual, que ha logrado alcanzar un completo equilibrio entre la sociedad, la naturaleza y el universo.
Así mismo, estos seres, además de guardar y custodiar la ya mencionada fuente, velan por que la humanidad evolucione de forma correcta a nivel espiritual, influyendo de forma directa en las chacras de las personas ya que tiene el poder de Kalachakra.
Sin embargo y pese a que muchos, tanto orientales como, una vez que traspaso fronteras, foráneos de esta cultura, arriesgaron la vida en el intento de encontrarlo siguiendo las promesas de paz y sabiduría, pero ninguno lo encontró y muchos perdieron su vida en el intento.
Los creyentes de la India, sitúan el reino entre los valles del Himalaya mientras que en la tradición china lo ubican en los montes Kun Lun. Otros buscaron en los montes Altái, en Siberia, o en Mongolia. Los más osados proponen que Shambala es un reino subterráneo, situado bajo el Himalaya
Sin embargo, las antiguas escrituras tibetanas hablan de que el Shambala se dispone a cielo abierto igual que una flor de Loto. Según estas escrituras, Shambala estaría dividido en 8 regiones que, al igual que la Atlántida, se dispone en círculos concéntricos a un anillo central, cuyo nombre era Klapa, y donde se halla el palacio central conocido como Kingo (según se cree hecho íntegramente de piedras y metales preciosos)
Para la gran mayoría, al igual que pasa con el Edén, el Shambala es un lugar que no existe y que no llega por la memoria de mitos y leyendas, pero para los verdaderos creyentes, el Shambala no se ha encontrado, no porque no exista, sino porque es un lugar intangible, reservado únicamente a aquellos creyentes puros de corazón, el cual solo se aparecería, al ocupar otro plano astral, a estas personas puras de corazón.
