Muchas veces no nos damos cuenta de enfermedades que atacan a nuestros hijos hasta que ya es tarde, y aunque muchas no son graves, otras si lo pueden marcas de por vida.
Una de esas enfermedades es la sordera o la falta de audición que aunque no sea completa, también es muy incómoda.
En este post, te vamos a explicar cómo puedes darte cuenta de que tu hijo pueda estar pasando problemas de audición, por medio de sencillas pruebas caseras. Si una vez realizadas, estás pensando que tu hijo puede tener problemas de audición, no dudes en llevarlo al médico sin falta.
Niños de 0 a 3 meses: Si está llorando y nos acercamos lentamente hablándole con suavidad (sin que nos vea), el niño se calma y deja de llorar. Por el contrario, se sobresalta y empieza a llorar cuando escucha ruidos fuertes.
Niños de 3 a 6 meses: Empieza a mover la cabeza cuando escucha un sonido porque quiere ver de dónde viene. Mueve las sonajas y sonríe (lo que quiere decir que las está escuchando) y empieza a relacionar sonidos, por ejemplo, cuando agitamos el biberón ya sabe que va a comer.
Niños de 6 a 10 meses: Empieza a balbucear monosílabos. Te mira o pone atención cuando escucha su nombre. Si alguien dice mamá o papá mira a la persona correcta. Diferencia el sí del no.
Niños de 10 a 15 meses: Repite palabras e intenta hacer lo mismo con las frases. Sabe cómo se llama su juguete favorito e intenta decirlo. Disfruta la música.
Niños de 15 a 20 meses: Entiende tus instrucciones siempre que sean sencillas. Sabe cuáles son las partes del cuerpo principales. Pide las cosas por su nombre.
Niños de 20 a 24 meses: combina palabras como por ejemplo “dame agua”, mami, ven”. Sabe cómo se llama. Muestra interés por la televisión y se ríe con ella.
Estas son las etapas normales por las cuales, un niño que escucha correctamente debería pasar.
