Si tuviésemos que hablar del país más pequeño del mundo, el nombre que nos surgirá es el de la Ciudad del Vaticano, con una superficie de apenas 0,44 kilómetros cuadrados y una población de poco más de 800 personas viviendo en él.
Ubicado en el corazón de Roma, la capital italiana, fue fundado en el año 1929 por la Santa Sede de la Iglesia Católica y es administrado por ella, luego de la firma de los Pactos de Letrán entre el Vaticano y el reino de Italia. Su lengua oficial es el latín, aunque, por supuesto, se hablan otros idiomas dentro de él. Y hay que decir que es un país que está ocupado prácticamente en su totalidad por edificios, siendo la Basílica de San Pedro su estructura más importante. El 70% de su superficie está ocupada por esta basílica y los edificios adyacentes a ella, por lo que resulta en ser el país más urbanizado del mundo.
Hay que mencionar también, que el Vaticano está considerado como un Estado soberano sin salida al mar y se lo considera uno de los seis microestados que se encuentran en Europa, aunque goza del privilegio de ser el más pequeño del mundo y con la menor población.
Tiene la particularidad de que es la Santa Sede y no el Vaticano en sí, la que mantiene relaciones diplomáticas con los demás países, en un ejemplo claro de que una institución está por encima de un país, en este caso.
La máxima autoridad de este micro país es el Papa, quien también resulta ser su jefe de Estado. Es por ello que se lo puede considerar al Vaticano como la única teocracia del mundo y también como una monarquía absoluta en Europa. Aunque el Papa termina delegando las funciones del gobierno al secretario de Estado.
A su vez, toda su infraestructura arquitectónica e histórico-artística fue considerada y declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1984 por la Unesco.
Pese a ser de los lugares más sagrados del mundo del catolicismo, el Vaticano sufre las tasas de criminalidad más altas del mundo. Y esto se debe fundamentalmente a que es un lugar turístico, con afluencia de decenas de miles y miles de personas que pasean desprevenidas por sus calles, tomando fotografías. Esto es muy aprovechado por carteristas y ladrones, principalmente en la Plaza de San Pedro, el lugar predilecto que eligen los delincuentes para robar.
Hay que mencionar que, entre las curiosidades más notables del Vaticano, es que éste tiene su moneda propia, la lira vaticana, que se vincula su valor directamente con la antigua lira italiana. Aunque cuando Italia se incorporó a la eurozona en el año 2002 y terminó adoptando al euro como su moneda oficial, el Vaticano también tuvo que hacer lo propio, a pesar de que ni siquiera forma parte de la Unión Europea.
Para finalizar, te contaremos que la policía del Vaticano es la Guardia Suiza, que hacen las veces de ser los guardaespaldas del Papa.
Para poder formar parte de este selecto grupo de vigilantes, es necesario tener entre 19 a 30 años, ser solteros y ser católicos. Además, se debe ser ciudadano suizo con un estricto entrenamiento militar.