5 Cualidades del Pesimista Crónico

El pesimismo crónico perjudica la salud. ¿Sabes cuáles son los síntomas que produce?
Pesimismo crónico

Es posible que en tu entorno próximo hayas conocido el caso de personas que viven al compás de una constante negatividad. Tal vez tú mismo te hayas encontrado en este punto en algún momento de tu vida. Es normal tener algunos pensamientos negativos, sin embargo, es poco saludable llegar al plano de convertir esta negatividad en crónica. ¿Cuáles son las características del pesimista crónico?

1. Lo negativo siempre pesa más que lo positivo

No importa que haya tenido un día estupendo, que le hayan ocurrido cosas muy buenas a lo largo de la jornada, sin embargo, si la persona ha tenido alguna anécdota más triste o algo que ha roto sus expectativas, esta es la conclusión que queda en su memoria, ese punto es el que destaca de modo inevitable. Por tanto, lo malo eclipsa a lo bueno sin relación de proporción o cantidad.

2. Testarudo

Una persona pesimista se autoconvence de que las cosas son tal y como describe. No importa que el entorno próximo insista en lo contrario, esa persona va a seguir insistiendo en el mismo punto. Va a seguir encerrada en su punto de vista, creyendo que sus ideas describen al pie de la letra la realidad. Por tanto, es poco flexible a nivel mental para integrar nuevas ideas.

3. Agota al entorno

El pesimista crónico agota al entorno próximo puesto que el pesimismo produce una alta descarga de energía negativa. Se convierte en una especie de disco rayado y los demás esperan que cambie la frecuencia de ese discurso. Una persona que se comporta de este modo roba mucha energía al entorno sencillamente, porque la negatividad acaba con la ilusión.

4. Futuro pesimista

El pesimista crónico no solo es negativo en presente al hacer una valoración de su propia situación o de su propia vida. Al estar en este punto, observa el futuro de un modo reduccionista en forma de túnel. Es decir, hace hipótesis de mañana que en muchos casos nunca llegan a hacerse realidad, sin embargo, las vive con tal realismo que el temor o la ansiedad se hacen presentes en ese instante.

5. Se compara con los demás

El pesimista crónico es muy dado a la comparación. Por ejemplo, se comporta como si todos los problemas le ocurriesen a él. Por el contrario, idealiza la felicidad de los demás y no se da cuenta de que cada persona tiene su propia historia. A veces, el pesimista crónico descarga sus propias frustraciones con terceras personas que nada tienen que ver con su problema.

6. No reconoce que es pesimista

En muchos casos, se produce la paradoja de que el pesimista no se considera tal sino que afirma que es realista. Desde esta perspectiva, al no asumir su verdadero modo de ser, no puede hacer nada para cambiar, sencillamente, porque piensa que no lo necesita.

El pesimismo no es innato. Por tanto, si estás en este punto, intenta evolucionar al ampliar el abanico de posibilidades a nivel mental.

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