Sealand, el país más pequeño

Si te preguntáramos en este momento cuál es el país más grande del mundo, estamos seguros de que contestarías con total certeza y sin titubear ni por un segundo, que es Rusia. Y tu respuesta sería acertada.

Pero si cambiásemos la pregunta y te consultáramos por el país más pequeño del mundo, seguramente comenzarías a dudar. Y, aun así, y aunque creyeras estar en lo cierto, te podríamos apostar a que no te sabes la respuesta correcta. No, no… no vayas corriendo a buscar un mapa, tampoco lo encontrarás allí.

Este mundo loco da para cualquier cosa, incluso para la existencia de un país que no tiene suelo firme y que en definitiva es una plataforma marítima: Señoras y señores, aquí les presentamos la pintoresca historia de Sealand, el país más pequeño (y exótico) del mundo.

Esta micronación y principado autoproclamado existe con estas categorías desde el 2 de septiembre de 1967, aunque la plataforma donde se “asienta” Sealand es un poco más vieja y data de la Segunda Guerra Mundial. Fue justamente en 1942 y en pleno conflicto bélico, cuando el Reino Unido el HM Fort Roughs, más conocido como Roughs Tower. Ahora sí, si desean buscar un mapa, pueden hacerlo, pero difícilmente podrán ver a Sealand en un planisferio común, ya que sus dimensiones son ínfimas.

Ubicada esta plataforma que da lugar a este atípico país en el mar del Norte, a 10 kilómetros de la costa de Suffolk, en el Reino Unido, cuenta con tal solo 0,0005 km2 de superficie, 0 km de fronteras con países, 50 habitantes (lo que en números le da una densidad de 6 mil habitantes por km2), su bandera, escudo y hasta su propia moneda. Pero carece de árboles, montañas, ríos y vegetación en general: claro, en definitiva, no es más que un pedazo de cemento emplazado en el medio del mar.

La historia de Sealand comenzó cuando la familia y asociados de Paddy Roy Bates ocuparon la plataforma y fue este último quien se autoproclamó Su Alteza Real Príncipe Roy de Sealand, a la que le dio estatuto de principado. Pero durante toda su historia, lo cierto es que la plataforma rara vez está habitada por más de 5 personas, ya que su área habitable tan solo es de 550 m2.

Así y todo, y pese a la falta de reconocimiento internacional acerca de su soberanía y legitimidad como nación, Sealand es una de las micronaciones más famosas del mundo y es tomada como un caso de estudio, para entender cómo funciona el derecho internacional y cuáles son sus “grises” que permiten, por ejemplo, la creación de un país de la nada y que aun así esto no pueda ser considerado como ilegítimo.

Así es que la próxima vez que viajen a algún sitio y observen un pedazo de tierra abandonada u olvidada, no lo piensen dos veces, tal vez sea su gran oportunidad de hacerse con ella y autoproclamarse príncipe o rey del país que estén a punto de crear de la nada. Eso sí, asegúrense esta vez de que al menos tenga algún árbol o mejores paisajes de los que Sealand puede ofrecer.

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