El modelo Mustang ha sido desde hace décadas un vehículo de referencia para muchos aficionados a los coches. Tanto ha supuesto para el gigante automovilístico Ford que muchos han llegado a olvidar que Mustang no es una marca, sino un modelo.
Estos modelos están pensados como coches deportivos y robustos, y llevan fabricándose desde hace más de cincuenta años si bien a lo largo de su historia han ido sufriendo algunas modificaciones pero manteniéndose fieles a su línea, que se basa en un capó delantero largo y una trasera más bien corta.
Algunos modelos de fabricantes asiáticos se basaron en el concepto que desarrolló Ford para el Mustang, y tuvieron tanto éxito que se han ido extendiendo por todo el mundo, como el Toyota Celica.
Hoy se siguen valorando mucho los Mustang de la época de los sesenta, y se han convertido en codiciados objetos buscados por coleccionistas de todo el mundo.
Una de las razones por las que algunos creen que el Mustang es un fabricante independiente es el hecho de que en su parrilla delantera no aparece el sello de Ford, sino que tiene un caballo salvaje galopando como logotipo identificador del modelo.
El Mustang se encuentra en su quinta generación de desarrollo, y actualmente se basa en los modelos de la primera para volver a sus orígenes y darle un aire “retro” que hoy se aprecia mucho sobre todo en los vehículos clásicos. Actualmente los motores con los que se fabrican van entre los 3.7 con seis cilindros hasta los 5.4 sobrealimentados con ocho cilindros.
No existe duda ninguna de que Ford es un referente en el mundo de los coches americanos, y entre ellos el Mustang destaca como uno de los referentes que han ocupado carteles, series y películas de cine que han llegado a las pantallas del mundo entero.
