El mundo del motociclismo ha estado ocupado principalmente por un tipo de máquina, con permiso de las norteamericanas Harley Davidson: los fabricantes japoneses. Pero de un tiempo a esta parte parece que un nuevo tipo de motos está poniendo en peligro esta situación de liderazgo por parte de la isla asiática. Se trata de los modelos chinos.
La estrategia de todos los modelos de fabricación chinos se conoce muy bien por todo el mundo: fabricar más barato que nadie y vender a un precio mucho mas bajo que la competencia. En el mundo de las motos esto no resulta tan fácil como en otros campos sobre todo por que hay una dura competencia por parte de las marcas indias o coreanas, que basan su modelo de negocio en las mismas tácticas que las chinas. Esto se ha traducido en una guerra de precios de la que el que sale más beneficiado es el consumidor final, que encuentra en el mercado infinidad de modelos a precios realmente competitivos pero que a la vez cuidan la calidad final razonablemente bien.
Los modelos chinos de motocicletas están convirtiéndose en una opción cada vez más a tener en cuenta a la hora de elegir una moto, sobre todo ahora que con la crisis se busca comprar al precio más bajo. Y ya no nos encontramos solo con motos de campo, existen varios fabricantes que producen modelos de carretera con una línea muy atractiva y unos detalles que recuerdan a los modelos de marcas más caras y con mayor historia. Algunas de estas marcas incluso han dado un salto y han adquirido fábricas de otros fabricantes de fuera para expandirse sobre todo por Europa, cuyos habitantes están muy familiarizados con la costumbre de adquirir productos fabricados por el gigante asiático.
Estas motos suelen tener una cilindrada reducida (principalmente 125 cc), por lo que se convierten en una buena opción si buscamos algo con lo que movernos sin esperar una explosión de potencia.
