Curiosidades de romanos

Los romanos primitivos tenían un especial afán por la comida, sin reparar en gastos o en la higiene. Para estos exquisitos manjares, en las villas se criaban diversas especies de peces, salvajina, toda clase de pájaros y animales para más adelante consumir de buena gana.

Los antiguos se las ingeniaron para encontrar la manera de engordar no sólo a las aves de corral, las liebres o los lirones, sino también a las ostras. En estos exquisitos banquetes, los antiguos romanos aprovechaban para llenarse de comida para así tener “reservas” y vitaminas para toda la noche.

Entre los miembros de las clases altas y los aristócratas, quienes no hacían trabajos manuales, se hizo constumbre el hacer todas las obligaciones de negocios en la mañana. Después del almuerzo, las últimas responsabilidades se completaban y se hacía una visita a los baños. Alrededor de las 3 de la tarde, comenzaba la cena, que en ocasiones llegaba a prolongarse hasta muy altas horas de la noche, especialmente si había invitados, y comúnmente le seguía una ronsa de bebidas alcohólicas, que eran conocidas somo comissatio.

Especialmente en época de los reyes y la república, aunque también se dio en otros tiempos (sobre todo para las clases trabajadoras), la cena consistía en un plato de un tipo de gachas, conocido como las puls. El tipo más sofisticado de puls estaba hecho con aceite de oliva, acompañado con verduras. Las clases más ricas comían su puls con huevos, queso y miel, y ocasionalmente, carne y pescado.

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