Hoy se celebre el día 28 de diciembre, una fecha muy esperada por los amantes del humor y por las personas ingeniosas y ocurrentes que preparan alguna inocentada especial para sorprender a los amigos que suelen ser las víctimas fáciles en este día navideño en el que el humor es protagonista. Esta fecha nos recuerda la importancia de reír y de pasarlo bien.
¿De dónde surge la tradición de los Santos Inocentes?
Echando la vista al pasado, el Día de los Inocentes es una tradición que hunde sus raíces en tiempos de Jesucristo cuando Herodes mandó matar a todos los niños menores de dos años de edad en Belén. El motivo de este hecho no es otro que el temor que tenía Herodes de que se cumpliese la profecía y Jesús le quistase el trono y el poder.
En el siglo IV después de Cristo fue cuando la iglesia estableció el día 28 de diciembre como un día de recuerdo para todas las víctimas inocentes.
Fecha para el humor
Sin embargo, no fue hasta el siglo VI después de Cristo cuando se marcó este día en clara conexión con el humor como una jornada especial para las risas y las bromas. Bromas conocidas coloquialmente como inocentadas. En el pasado, cada 6 de diciembre, existía una tradición Centroeuropea que consistía en elegir a uno de todos los niños del coro que era nombrado como obispillo. El niño ocupaba esta función desde el día 6 de diciembre hasta el día 28. Este niño recibí el nombre de Obispillo de los Inocente por coincidir la fecha con el 28 de diciembre.
Esta costumbre fue cogiendo fuerza por toda Europa a pesar de que la Iglesia luchó contra este hábito por considerar que se trataba de una falta de respeto hacia la fe.
Fuente – Profesora Grahasta
