Bebe zumo de zanahoria y toma una cucharada sopera de aceite de oliva después de exponerte al sol. Esto te ayudará a preservar tu bronceado.
Si deseas conservar tu piel bronceada al terminar el verano, es bastante fácil lograrlo. Come todo tipo de frutas y/o verduras rojas, tales como el tomate, la zanahoria, la sandía, la remolacha… Comprobarás que los resultados se notan bastante.
Recuerda siempre que debes tomar precauciones a la hora de la exposición solar, usando crema protectora de un factor adecuado a tu piel. Protégete con gorro y sombrilla en las horas de mayor riesgo solar (de 12 del mediodía a 4 de la tarde), y bebe líquido en abundancia, sobre todo agua y zumos de fruta. Ojo con las insolaciones, pasan factura en nuestra piel más adelante, y no hay vuelta atrás una vez se sufra una insolación.
Si aprecias en tu piel algún lunar o mancha, unta protección máxima encima, para protegerlo de los rayos UVA. Ten en cuenta que, si aprecias alguna mancha que sea sospechosa, irregular, más grande de lo normal o que vaya creciendo, o de un color muy oscuro o que vaya adquiriendo otro color, acude inmediatamente a tu médico.