Tras una serie de estudios, los científicos de la Gestalt pronunciaron el que, tal vez, resulta su lema más emblemático: “el todo es más que la suma de las partes”, explicando a partir de esto cuáles serían los fundamentos detrás de la percepción y así, de todas y cada una de las ilusiones ópticas que existen. Para ello, describieron el funcionamiento del organismo a partir de leyes, las cuales describiremos a continuación:
Ley de proximidad: cuando los elementos se encuentran próximos en distancia, el organismo humano tiende a agruparlos y formar un todo. En otras palabras, es la forma en que nuestra mente agrupa los objetos en función de la distancia.
Por ejemplo, en la figura que aparece más arriba, el ojo humano tiende a agrupar los objetos de manera vertical antes que de forma horizontal (sería difícil percibir de forma automática 8 filas de 6 cuadrados)
Ley de semejanza o equivalencia: este apartado explica que nuestra mente tiende a agrupar los elementos similares en una entidad. La semejanza depende de factores como la forma, el color, el tamaño y otros aspectos visuales de los elementos (grosor, tipo de línea, etc.)
En la figura, la mente organiza automáticamente los elementos de manera vertical, de manera que se perciben como 6 columnas diferentes.
Ley de cierre: esta ley, proporcionada por la Gestalt en su teoría, explica que la mente es capaz de completar las figuras aún no existiendo el estímulo visual correspondiente.
El dibujo anterior, si bien corresponde sólo a tres ángulos separados, es captado por nuestra mente como un todo: un triángulo. Y aunque no existe un vínculo entre los tres ángulos, la relación que se establece entre ellos es inmediata.