Si miramos fijamente durante unos quince o veinte segundos el centro del circulo amarillo y, seguidamente, fijamos la vista en el punto negro de la zona gris central, veremos su complementario ilusorio azul. De igual modo se puede repetir la experiencia con el circulo azul.

Es el llamado fenómeno de
postimagen que se produce por imágenes que seguimos viendo después de apartar la vista de zonas bien
iluminadas. En las postimagenes, se quedan inactivas las
células fotosensibles afectadas por las longitudes de onda correspondientes a los colores impresionados en la
retina. Durante su recuperación en unos segundos, al mirar una zona neutra, la carencia del
color impresionado se nos muestra ahora como su complementario.