Aunque todavía no tienen mucha presencia en las carreteras ni en los concesionarios de motos, poco a poco se van viendo marcas que al igual que con los coches se están decantando por ofrecer opciones con motores eléctricos. Algunas de estas parecen una especie de bicicletas a las que le han incorporado un pequeño motor eléctrico de escasa potencia, y que incluso pueden ser hasta plegables, lo que facilitaría mucho el aparcarlas. Pero también encontramos modelos potentes tanto para campo como para utilizar en carretera. De hecho marcas tan conocidas como Rieju o Yamaha tienen modelos eléctricos capaces de imitar a la perfección a sus equivalentes con motores que utilizan combustibles fósiles.
¿Merece la pena comprarse una moto eléctrica, o aún no es el momento de hacerlo? Teniendo en cuenta que es muy posible de que todavía estamos hablando de una tecnología que no está muy desarrollada es conveniente que analicemos cuáles son nuestras necesidades. Aunque al tener un consumo menor y menos peso que los coches eléctricos es evidente que las baterías pueden tener una autonomía mayor, pero también es cierto que las baterías son más pequeñas y pueden sufrir las consecuencias. Tenemos que ver el precio que tiene una moto eléctrica con respecto a su modelo equivalente, nos encontramos con pequeños motores que parten de unos 600€ de precio hasta modelos de 650 centímetros cúbicos o más con precios que pueden llegar a rondar los 7000€.
Es muy probable que nos tengamos que conformar con un modelo normal y dejar las motos eléctricas para otro momento. También puede que hayamos llegado a la conclusión de que es la hora de irnos incorporando a este mundo eléctrico que empieza a hacerse un hueco en el parque móvil que llenará muy pronto nuestras carreteras. También pueden ser una buena opción como segundo vehículo o para tener en nuestra casa de vacaciones.
