Hay datos que no sabemos, pero que nos dan una idea más acabada acerca de las verdaderas dimensiones de las cosas.
Astronomía:
Todos sabemos que el universo es increíblemente más grande de lo que podemos llegar a imaginar, pero…
¿Sabes que si miras el cielo nocturno con un grano de arena entre los dedos, el espacio del cielo que ocultará ese grano de arena es el que ocupan 10000 galaxias como esta en que vivimos?
La Tierra no es una esfera perfecta. Debido a la fuerza de rotación, está abultada en 42,72 kilómetros en el ecuador.
Biología:
Nuestros órganos son necesarios, pero no todos ellos son absolutamente imprescindibles para vivir. Una persona puede sobrevivir sin el 70% de su hígado, sin estómago, sin el 80% de sus intestinos, con sólo un riñón y sin el bazo.
Los pájaros son descendientes directos de los dinosaurios, por lo que son una subespecie que tiene antepasados comunes.
Las zanahorias son más dulces en invierno, porque el contenido de azúcar de las zanahorias se eleva para protegerlas de los daños que producen las bajas temperaturas.
No sólo las huellas digitales de una persona son únicas. También lo son las huellas que puede dejar la lengua.
Historia:
Hace muchos años, las pirámides eran brillantes porque estaban cubiertas con piedra caliza, pulida a mano. Y la parte superior estaba pintada de dorado.
Química:
Una forma de saber si las baterías están agotadas es arrojarlas al suelo. Si no rebotan, aún tienen carga. Si lo hacen, están absolutamente descargadas. Esto es así porque hay un cambio químico que endurece los electrolitos cuando pierden su carga, por lo que las baterías agotadas no rebotarán.
Zoología:
Cuando está cazando, el halcón peregrino puede lanzarse sobre su presa a una velocidad de 322 Km/h. Si un ser humano cayera a esa velocidad, se desmayaría.
Las hormigas pueden caer desde cualquier altura, y sobrevivir. Esto se debe a que tienen un exoesqueleto muy duro, y una velocidad terminal muy baja en las caídas, debido a su poco tamaño y peso.
Geografía:
La totalidad de los seres humanos cabrían en Nueva Zelanda. Y aún así, la densidad poblacional sería menor que en Nueva York.