Hoy en día uno de los puntos fuertes de la arquitectura de un chalet, es la ecología, aparte de centrarse en las vacaciones y en el confort, y es que cada vez se tiene más cuidado con el medio ambiente, se van construyendo chalets que además de cumplir todas sus funciones básicas para lo cual se construye, esté armonizado con el medio ambiente, un buen ejemplo de este tipo de chalets son los chalets suizos que es una vivienda perfectamente adaptada al clima, al relieve, a la topografía de las montañas y a la sociedad rural y todo esto con un diseño que los hace único en cuanto a los detalles que tienen. Otras características en conciencia con la ecología de muchos chalets son como por ejemplo la instalación de placas solares.
Para ser consecuentes con la ecología y así climatizar un chalet se pueden utilizar los diferentes tipos de sistemas de calefacción por biomasa, desde estufas para calentar zonas de la vivienda hasta calderas de con sistemas de calefacción general y alimentación automática, que cubren todo tipo de necesidades y se ajustan a los presupuestos más económicos y limitados.
La arquitectura típica de los chalets alpinos se ha trasladado a otras partes del mundo de características algo distintas, por lo que se ha visto cómo se desarrolla un tipo de arquitectura que llama al público, y que consigue una variedad de viviendas cada una con una modalidad arquitectónica distinta, pero a la vez basada en un mismo modelo como es la base de los chalets alpinos.