Existen películas que merece la pena disfrutar más allá del paso del tiempo. Una de esas historias es Amor y otras drogas, una peli protagonizada por Anne Hathaway, una de las actrices jóvenes con más proyección en Hollywood y una de las que también ha tenido una evolución más notable a partir de sus inicios en Princesa por sorpresa, la típica historia de cuento de hadas.
Una historia de superación personal
Anne Hathaway interpreta a una persona enferma de parkinson en Amor y otras drogas, una historia que en el título nos invita a reflexionar de cómo el amor también puede crear una adicción, en algunos casos sana y otras, insana. Los protagonistas de esta historia de amor protagonizada por Jamie y Maggie. Ambos son dos personas con una historia diferente pero con puntos similares y es que, han huido del compromiso sentimental, enlazando una historia tras otra.
Hasta que se conocen y en ese momento, empiezan a descubrir en primera persona las dificultades que tiene mantener un compromiso a lo largo del tiempo y que el amor verdadero puede cambiar la vida de una persona pero partiendo de una premisa básica y es que amar significa ser vulnerable, tener miedo de no ser amado y tener incertidumbre de futuro.
La película también tiene muchos puntos tópicos, por ejemplo, el eterno seductor por fin se transforma y se enamora para siempre. Además, el final feliz también resulta muy tópico. Sin embargo, la historia gana puntos gracias al encanto de sus protagonistas que son dos grandes estrellas. También, Anne Hathaway brilla con fuerza en Los Miserables otra peli en la que la actriz da vida a un personaje complejo.