La literatura y sus autores, suelen tener sus historias y sus excentricidades, he aquí una pequeñísima parte de todas las que deben existir por el mundo.
El día mundial del libro, el 23 de abril se eligió como tal para conmemorar el fallecimiento en el año 1616 de dos grandes de la literatura: el inglés William Shakespeare y el español Miguel de Cervantes Saavedra (falleció el 22 pero se le enterró el 23).
Graham Greene era un escritor inglés autor de célebres obras como “El tercer hombre” o “El Factor Humano” hombre de arraigadas costumbres solamente escribía 500 palabras por día, le llevaran el tiempo que le llevaran.
George Orwell hizo su novela 1984 con el título original 1980, pero por un problema con la edición, esta se demoró 4 años y por esa razón también se debió modificar el nombre elegido por su autor.
La famosa frase atribuida a Sherlock Holmes: “elemental mi querido Watson” no fue en realidad pronunciada jamás por el famoso detective en ninguno de los 60 libros en los que apareció. Fue creada por un cineasta para una película de 1929.
Si alguna vez escucha la palabra “incunable” sepa que es el término con el que se designa a todo libro anterior al año 1501.
Cuando Franck Baum buscaba inspiración para nombrar el país de fábula donde se desarrollaba la historia que estaba escribiendo, vió un archivador que indicaba O-Z y de allí surgió la idea del Mago de Oz.
J. K. Rowling escribió las primeras líneas de Harry Potter en una servilleta y luego lo pasó a máquina. El primer libro lo hizo sentada a la mesa de un bar y 12 editoriales lo rechazaron, hasta que la número 13 le dio el sí.
J.D Salinger autor de “El guardián entre el centeno” declaró que de lo que no estaba orgulloso era de que el asesino de John Lennon proclamara que el suyo era su libro de cabecera.
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