Metro 2033

La gran sorpresa que nos ha dejado, por ahora, el presente año 2010 en PC es Metro 2033. 4A Games se pone en el mapa de los grandes estudios de shooters con una épica historia de supervivencia, y demuestra que sin gigantescas campañas de publicidad ni presupuestos astronómicos también se pueden labrar grandes videojuegos.

Desde el anuncio de Metro 2033 nos hemos mostrado francamente esperanzados ante su lanzamiento. Basado en una novela de Dmitry Glukhovsky de idéntico nombre y francamente recomendable lectura, el proyecto ha mostrado desde sus inicios un aspecto realmente prometedor, muy en la línea de terroríficos shooters recientes en los que la presión psicológica y la sensación de angustia importan tanto como plantarnos ante criaturas de pavoroso aspecto.

El videojuego que nos ocupa, sin embargo, consigue separarse del resto de oferta gracias a su carácter único y genuino. La sensación de que Metro 2033 “huele” a S.T.A.L.K.E.R. se disipa con sólo unas horas de juego: Los dos resultan angustiosos, los dos cuentan con una ambientación igualmente apocalíptica y adulta enmarcada en Rusia, y los dos están orientados a un público duro, un público que sabe que un shooter en primera persona desafiante no debe ser precisamente un paseo por el parque. Sin embargo el título de 4A Games encuentra su fortaleza e identidad en una mayor sensación de sentirnos parte de un mundo sórdido y oscuro, además de contar con unas dinámicas jugables mucho más complejas y ricas y con un argumento sorprendentemente cautivador.

Metro 2033 es un fascinante mundo en el que cada bala es oro puro, cada bocanada de oxígeno no contaminado una última oportunidad de respirar y cada viaje fuera de las zonas seguras una oportunidad casi segura de morir. Un juego de acción directo para los hardcores de PC al que, sin embargo, tampoco deberán hacer ascos los aficionados a los shooters en general puesto que cuenta con calidad de sobra para contentar a ambos.

Una ambientación extraordinaria es lo que consigue Metro 2033 con su planteamiento y trabajo visual. Pocas veces nos habíamos sentido tan inmersos en un mundo de pesadilla como con el título de 4A Games.

El Aroma del Miedo

En Metro seremos Artyom, un joven ruso que luchará en unas condiciones extremas en el año 2033 que da nombre al videojuego. ¿Cuáles es este contexto? En el año 2013 la humanidad fue arrasada prácticamente en su totalidad por la siempre temida guerra nuclear, y durante los siguientes 20 años sólo sobreviven unas decenas de miles de hombres que prácticamente se han visto obligados a empezar de cero en los intrincados y laberínticos túneles del metro de Moscú con una vida que roza lo infrahumano.

Comenzaremos nuestra aventura con un interesante prólogo en la superficie a modo de misión suicida, y rápidamente retrocederemos en el tiempo para vivir nuestros primeros pasos en el subsuelo. Todo huele a humedad, podredumbre y miseria en el mundo bajo tierra que nos propone Metro 2033, y el videojuego consigue una inigualable sensación de sordidez y angustia en los claustrofóbicos túneles y habitáculos que moran los supervivientes en las zonas seguras.

En el papel del joven protagonista no tardaremos en conocer más detalles sobre las circunstancias que nos rodean. La zona segura alberga a mujeres, hombres y niños que sobreviven como pueden en lo que no es sino una estación de metro adecuada para ser habitada, en malas condiciones, y donde la gente se gana el pan con el comercio de armamento, alimentos y munición –la verdadera moneda de todo este submundo.

Pasaremos mucho tiempo en el interior de los túneles, pero también visitaremos el exterior. Si pensábamos que la red de metro de Moscú era peligrosa, descubriremos en la superficie las más brutales e infames de las criaturas.

Unas gigantescas puertas metálicas blindadas son lo único que separa a estos hombres de la más absoluta oscuridad que los rodea. A su alrededor la descomunal red de metro de Moscú infestada de criaturas mutantes y marcada por una tiniebla insondable en la que también habitan mercenarios, perros de la guerra e incluso milicias fascistas. Todos ellos sin ningún tipo de apego por la ley ni conocimiento de la relación crimen-castigo.

Por si la amenaza del hombre para el hombre fuera poco, en el videojuego de 4A Games también hay sitio para lo paranormal. Los mutantes serán una amenaza casi constante en los túneles de Metro, aunque siempre de una forma muy desorganizada e instintiva. Sin embargo hay algo más y es que Los Oscuros son el siguiente eslabón del Homo-Novus, con capacidad para atacar las mentes de los hombres de formas inimaginables y para los que nuestro héroe está inmunizado por razones que descubriremos con el transcurrir de la historia.

En este caldo de cultivo de miseria, demencia y muerte florece nuestro protagonista. Pronto descubriremos que la zona segura no lo es tanto, y con la mayoría de edad recientemente superada deberemos aventurarnos al exterior de su abrigo para buscar a Hunter, uno de los intrépidos militares que vigilaban el recinto y que desaparecerá más adelante en misteriosas circunstancias. Artyom, sin pensárselo dos veces, se embarca en una aventura descomunal que lo empujará hasta los límites de lo desconocido y que cuenta con una fuerza narrativa extraordinaria.

El comercio tiene una importancia capital en Metro 2033. La compra de mejoras, armas, complementos y munición traerá consigo nuestra máxima efectividad en combate.
El comercio tiene una importancia capital en Metro 2033. La compra de mejoras, armas, complementos y munición traerá consigo nuestra máxima efectividad en combate.
Lo verdaderamente apasionante del guión de Metro 2033 es que engancha desde el primer minuto. A pesar de que nuestro protagonista apenas tiene intervención hablada más allá de sus pequeñas frases entre nivel y nivel, lo cierto es que Artyom tiene carisma: La relación con su padre, con el militar Hunter –casi un mentor para él-, detalles geniales como su colección de postales de antes del cataclismo y su relación con las pesadillas que sufren todos los habitantes cuando Los Oscuros hacen acto de presencia, lo convierten en un héroe francamente interesante.

Los shooters suelen ser campo abonado para las historias convencionales o, directamente, mal escritas independientemente de la calidad jugable de sus propuestas. Metro 2033, por el contrario, es un sensacional alivio en este sentido puesto que plantea una ambientación formidable así como múltiples intrigas desde el primer minuto que se resuelven de forma adecuada en el último tercio del videojuego, algunas quedan en el aire, pero son en su conjunto un extraordinario motor para que no descienda el interés de la aventura en ningún momento.

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