Viajar es una forma de abrir la mente, conocer cosas nuevas, e incluso inspirarnos. A lo largo de la historia de la humanidad han sido muchas las proezas que el hombre ha llevado a cabo, pero hoy queremos resaltar 5 edificios que nos dan una valiosa enseñanza sobre la perseverancia y el esfuerzo personal. Son castillos que han sido construidos por una misma persona a lo largo de su vida, piedra a piedra. Las personas que los construyeron no eran príncipes, ni nobles, pero tenían un sueño al que no renunciaron: tener su propia fortaleza. Algunos de ellos hoy en día son museos en los que se pueden apreciar las locuras e innovaciones de sus creadores y otros no siguen unas pautas arquitectónicas definidas, pero lo que sí que queda claro, es que todos son ejemplos inspiradores de cómo la voluntad de un sólo hombre puede realizar proezas.
1.- Castillo de Cebolleros, Burgos, España.
Este castillo que también recibe el nombre de Castillo de las Cuevas, fue construido casi en su totalidad por Serafín Villarán en 1978 sobre lo que antaño eran unas bodegas. Este castillo, de visión modernista fue mimado durante casi todo su proceso de construcción por Serafín a lo largo de 20 años (1978 – 1998). Decimos casi, porque la obra a la muerte de Serafín Villarán no estaba terminada y tuvo que ser su familia la que continuó con la construcción.
La superficie total del castillo de Cebolleros son 300 metros cuadrados que han sido construidos con piedras del río Nela, que Serafín fue transportado hasta allí en su totalidad. Este espectacular castillo situado en Cebolleros, localidad de la provincia de Burgos que da nombre al castillo, es el más cercano de los que vamos a ver y por lo tanto el que puedes visitar con más facilidad, solo tienes que programar un viaje barato a Burgos. Consta de 3 plantas visitables y se puede ver como los hijos de Serafín continúan con su legado. No le cobrarán entrada por ver el castillo, pero siempre son bienvenidos los donativos para poder de esta forma terminar la obra que inició su padre.
2.- Castillo de Fidler, Inglaterra.
Este castillo tiene la misma peculiaridad que todos los que salen en el artículo, pero lo más llamativo del Castillo de Fidler es que fue ocultado a las autoridades y Ayuntamiento local durante su construcción. El constructor Robert Fidler en primer lugar construyó una inmensa muralla de bloques de heno con el que impedía ver lo que se estaba haciendo detrás de la misma. Cuando en 2001 retiró la muralla todo el mundo se quedó asombrado al ver lo que había construido Robert Fidler, un simple granjero en sus terrenos. Pero pronto el asombro y la alegría se convirtieron en problemas cuando el Ayuntamiento (el mismo año de su descubrimiento por parte del autor a la población y al mundo entero), decidió catalogar el castillo como ilegal y pretendía tirarlo abajo.
Desde hace 15 años Robert Fidler con su obra ya terminada, está llevando a cabo otra hazaña de idéntica complejidad al luchar en varios tribunales por la legalidad de su castillo. Incluso está intentando que se acepte y revise su caso en el tribunal de Derechos Humanos. Debido a todo esto, el castillo no se encuentra abierto al público hasta que las autoridades competentes decidan sobre el tema.
3.- Castillo del Misterio, Phoenix, Estados Unidos
Este antiguo castillo conocido como el Castillo del Misterio, también fue construido por un solo hombre a lo largo de 15 años, desde 1930 hasta 1945 y era el regalo de Luther Boyce Galley (constructor) para su hija Mary Lou. No se trata de un castillo construido con materiales tan nobles como los dos anteriores de los que hemos hablado, pero esto le otorga un toque y visión diferentes. A lo largo de los 15 años, Luther ha empleado materiales tales como postes de teléfono, vigas de tren, neumáticos viejos, etc…
La obra consta de 8000 metros cuadrados en los que no faltan tampoco a parte de las numerosas habitaciones, una cantina y una capilla. Actualmente usted puede visitar el Castillo del Misterio ya que está catalogado y funciona como museo. La familia del constructor sigue viviendo allí y con mucho gusto le contarán la historia del Castillo del Misterio.
4.- Torre Castillo de Eben-Ezer, Bélgica
A esta espectacular obra de arte arquitectónica se le ha quedado el nombre de Torre, pero si la observamos bien y aún por encima la visitamos, más bien nos dará la sensación de un castillo con una forma cuadrada perfecta, con diferentes habitaciones, compartimentos, salón, etc… Su autor es Robert Garcet y su obra recoge ideas de su forma de vivir y de sus creencias. La torre recoge numerosas referencias a los evangelios del Cristianismo. Fruto de esta obsesión es el nombre de Eben-Ezer, que no es otra cosa que la copia del nombre que Samuel en la Biblia le da a su monumento tras derrotar a los Filisteos, en honor y pago por la victoria.
La torre, construida durante la década de los 60, tiene una altura total de 33 metros y en su cima cuenta con 4 esculturas que hacen referencias a los 4 jinetes del Apocalipsis. Actualmente podemos visitar este Castillo-Torre que se ha reconvertido en un museo donde el Señor Garcet (su autor) nos muestra la colección de todos sus objetos relacionados con la construcción de la Torre y con diferentes historias de la Biblia. También se rumorea que bajo la torre hay numerosos pasillos y pasadizos subterráneos en los que se esconden incalculables tesoros.
5.- Castillo de Bishop, Colorado, Estados Unidos
Este Castillo es la muestra viva de cómo convertir tu pasión en tu negocio. Jim Bishop, el autor de este castillo cuando sólo contaba con 15 años de edad adquirió una parcela de 10.000 metros cuadrados por tan sólo 450 dólares. Fue entonces en 1969 cuando el hombre llegaba a la luna y cuando Bishop comenzaba a construir su pequeña proeza personal también. Una cabaña para su familia, que poco a poco se convertiría en un castillo, que a día de hoy es una de las atracciones de la ciudad de Colorado para los turistas.
Desde ese momento Jim Bishop comenzó a explotar su negocio y hoy en día podemos comprar por unos 300 dólares el derecho a diseñar algunas partes del Castillo que sigue en construcción. El Castillo durante su construcción no sigue ninguna pauta clásica de decoración o arquitectura como lo pueden hacer otras castillos, sino que está siendo hecho según las ideas de su creador de forma libre. Producto de esto, destaca la cabeza de dragón que en los días de fiesta escupe fuego.
