Importancia de los guantes sanitarios como EPI en un centro sanitario o estético

El uso de un equipo de protección individual (EPI) es indispensable en espacios donde se trata a pacientes, como es el caso de centros sanitarios o clínicas estéticas. Por este tipo de lugares pasan muchas personas a lo largo del día, por eso los guante sanitarios se vuelven indispensables a la hora de manipular material y tratar con las personas que acuden. Este material desechable es de uso obligatorio, ya que es una manera muy útil de prevenir la propagación de microbios, bacterias y otras sustancias que puedan resultar perjudiciales tanto para los trabajadores como para los pacientes.

Además de los guantes sanitarios, hay otros tipos de EPI cuyo uso hay que considerar, estos son las mascarillas, los gorros, las calzas y las batas, pero algunos de estos no suelen ser necesarios en los centros sanitarios y estéticos, suelen usarse en los quirófanos.

Los guantes se usan fundamentalmente para crear una barrera entre las manos de los profesionales y cualquier objeto o persona que toquen, de esta manera las mantienen limpias, protegiendo tanto a los pacientes como a los trabajadores.

Si quieres saber mejor todas las utilidades de los guantes sanitarios, te invitamos a que sigas leyendo este artículo. Te resolveremos todas las dudas.

guantes sanitarios

Cuándo usar guantes sanitarios

Los guantes sanitarios hay que colocárselos en cada ocasión en la que el personal vaya a tocar tejido corporal, fluidos como sangre, líquidos corporales, mucosas o piel con algún tipo de lesión. Al ser un material desechable, es necesario que el trabajador se coloque uno nuevo cada vez que cambie de paciente, de esta forma evitará cualquier tipo de contaminación cruzada y garantizará la higiene en cualquier procedimiento. Además, es recomendable que entre paciente y paciente, el sanitario se lave las manos para eliminar cualquier microbio.

Cómo usar los guantes sanitarios

Esta EPI debe estar disponible en todas las áreas donde se trate a los pacientes y contar con una variedad de tamaño que permita que se ajusten correctamente. Si se usa unos guantes muy grandes resultarán incómodos y complicarán la tarea de sostener objetos, además de que su holgura permite que penetre cualquier líquido, sustancia, etc. En el caso de que sean muy pequeños, es muy posible que se rasguen. Ser alérgico al látex no es ningún obstáculo para usar guantes sanitarios, ya que en el mercado hay otras opciones realizadas con materiales como el nitrilo o el vinilo.

A la hora de quitarse los guantes hay que tener mucho cuidado para que la parte externa no entre en contacto con las manos u otra zona del cuerpo que no se encuentre protegida. Para desprenderse de ellos, lo mejor es pellizcar los guantes a la altura de la muñeca sin tocar la piel y retirarlo por completo. Con esa mano desnuda se introducen dos dedos en el interior del otro guante y se saca sin tocar su exterior. A continuación hay que tirar los guantes en un recipiente con tapa destinado para este tipo de residuos y se lavan las manos minuciosamente con agua y jabón.

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