Reírse además de ser divertido tiene numerosos beneficios
Reírse con frecuencia tiene muchos beneficios tanto físicos como psicológicos y por supuesto favorece las relaciones interpersonales.
También estabiliza la presión sanguínea, ayuda a oxigenar la sangre, estimula los órganos vitales, promueve la relajación de los músculos, reduce la cantidad de hormonas segregadas en situaciones de estrés, reduce el dolor, e incluso podemos decir que potencia el sistema inmunológico.
El bueno humor nos ayuda a pensar mejor, a ser más positivos y a ampliar nuestro horizonte intelectual. Reír nos ayuda a resolver los problemas con un mayor grado de eficacia. También nos aporte vitalidad y energía además de ser un estimulo muy eficaz contra el estrés, la depresión y la tristeza y también potencia los comportamientos positivos como el juego, aprendizaje e interacción social.
Los motivos por los que nos reímos se deben a nuestro cerebro emocional. Además del cerebro racional, que es quien trabaja mediante la comprensión de las situaciones (es un proceso lento) los seres humanos y otros animales también tenemos el llamado cerebro emocional, que actúa con rapidez y se anticipa en ocasiones al lento cerebro racional. Así podemos espontáneamente en situaciones que tienen una fuerte carga emotiva.