El cuerpo humano es un gran enigma. Un misterio que lamentablemente, a día de hoy, seguimos sin comprender en su totalidad. Con multitud de rarezas es un sistema complejo en extremo.
Y es que en muchas ocasiones, sus pequeños defectos, pueden hacernos jugar una mala pasada. Es el caso, por ejemplo, de las ilusiones ópticas. Un fenómeno a partir del cual podemos vivir situaciones de confusión, divertidas y algunas, para qué negarlo, extremadamente embarazosas
También es algo de lo que nos aprovechamos para divertirnos. No en vano, existen multitud de pequeños juegos en los que con un simple dibujo somos capaces de engañar a nuestro cerebro creando una de estas ilusiones ópticas.
En definitiva, algo que está a la orden del día, y que demuestra que nada es perfecto. Ni siquiera nuestro propio cuerpo, el cual, a pesar de estar considerado como una máquina perfecta, no lo es en absoluto.
