No deja de ser una ilusion optica , aunque en este caso es real , puedes quedar muy bien con la gracia y no es muy dificil de hacer.
En primer lugar cogemos una caja de cerillas con la mayor riqueza en fósforo. Si tienes luz ultravioleta verás que brillan con ella más cuanto más fósforo tienen, las clasicas antiguas ( cabeza blanca) tienen mucho , aunque a veces no son faciles de encontrar. Cortamos todas sus cabezas y las introducimos en un recipiente o tubo.
Añadimos lejía y removemos bien para que se haga la mezcla, dejándola reposar unos 20 minutos, donde veremos que han aparecido dos capas. Cogemos con una jeringuilla la capa superior líquida.
Inyectamos este líquido en el tomate de forma homgenea por todo él, con varios pinchazos y luego añadimos también de la misma forma agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) (en cualquier droguería algo especializada) y … ya tenemos una tomate bien brillante !!!
Lo que de momento no sé es si el efecto dura mucho , pero mientras , dejas al personal boquiabierto.
Podeis ver un video explicativo
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